Editorial

La cara oculta de un escándalo

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Del escándalo del sacerdote pederasta de Cali se mostró una sola cara. La periodista Aura Lucía Mera se tomó el trabajo de buscar la otra y le preguntó a monseñor Darío de Jesús Monsalve por la cara oculta:

“¿Defender pedófilos? ¡Imposible! Ya el excura está condenado de por vida. Expulsado del sacerdocio y enfermo, en una cárcel. Ahora el escenario no es canónico ni penal, es económico y de demanda civil, pero Montaña miente, difama y obstruye mi acercamiento a las víctimas y usa la fórmula mágica de sus maestros de la posverdad: mentiras+redes sociales=éxito seguro.

Yo estoy defendiendo a una feligresía de 2’500.000 católicos que no tienen por qué sufrir la quiebra de su Iglesia por la conducta criminal y enfermiza de un clérigo. Esa sería una fatal destinación de la ofrenda de los más pobres. Máxime cuando venimos actuando y previniendo de modo radical la pederastia de clérigos y de todos. Es un terrible mal social cuyas cifras no se mencionan. ¡Así el 94% ocurran en casas de familia!

Gracias por preguntar. La mayoría de tus colegas hoy no investigan una acusación: replican, ponen sus redes y medios a disposición de la mentira. No parecen periodistas sino partidistas del mendaz.

Mi vida está a la vista de quien quiera. 40 años de cura, 24 como obispo. Que no tienen nada que ocultar. Me impresiona la credulidad caleña con este señor. Como si yo me hubiera pasado seis años en Cali ocultando cosas y no enfrentándolas, poniendo la cara y hasta la vida. Luchando por la paz”.