JUEVES 9. Misa de la Almudena. La alcadesa renueva los votos de la Villa. Podría no haber ido. Podría haberse limitado a cumplir el protocolo. Pero no. Cita las catequesis papales sobre la esperanza, se compromete con la cultura del encuentro y con la ecología integral. Palabras alejadas del léxico partidista, discurso con una mano eclesial detrás. Carmena lee, luego suscribe. Que no es poco.
VIERNES 10. El coche me deja tirado. La batería. Parece una metáfora. Camino de vuelta caminando. Con un frío –por fin– que refresca lo anquilosado. Para huir de una vida estufa, que ofrece un calor irreal, que atrapa en la manta de los bucles de la comodidad. La verdadera metáfora venía del aire gélido. Que corra.
SÁBADO 11. Cristina no ha proclamado la independencia. Directamente la ha ejecutado. Con todo lo que implica. Lavadoras. Gasto en calefacción. Llenar la nevera. La comunidad. Los desplazamientos. Y aunque es organizada, siempre hay imprevistos. No me quiero imaginar quién da el paso sin sentido. A la buena de Dios. Lamentablemente, no hace falta imaginárselo.
DOMINGO 12. Se cierra el Congreso Internacional de Cofradías en Murcia. Con Kevin Farrell como anfitrión. Azuzando a los laicos a dar un paso al frente, a no quedarse en la superficie. Ensalzando una piedad popular que tiene sentido siempre que no pierda su arraigo y se quede atrapada en la superficie de los tronos. Expresión comunitaria de la fe, coronas sociales que van de la mano. Esas que tanto promovió y aplaude el cardenal Amigo. Las que han encauzado y encaminan a tanto capillita.
MARTES 14. Rodríguez Olaizola toma la palabra en la Asamblea de CONFER. “La libertad no es no cerrarte a ninguna puerta, es empezar a cerrártelas”. Se queda tan tranquilo. Continúa su ponencia como si nada. Yo no. Miro a mi alrededor y pocos apuntan la cita más allá de una media sonrisa. Runrún.
