GINÉS GARCÍA BELTRÁN | Obispo de Guadix-Baza
Quizás la pregunta que da título a este escrito debería haberse enunciado así: ¿sobre qué hombre estamos construyendo nuestro mundo? Pues bien podemos decir: “Dime cuál es tu imagen de hombre, y te diré qué sociedad vas a construir”.
Con frecuencia se oyen las quejas sobre los males de la sociedad, pero ¿qué hacemos para evitarlos?, ¿qué hacemos por el hombre?, ¿estamos construyendo una sociedad con alma?
Sin pretender ser pesimista, creo que vivimos en una sociedad un tanto inmadura, y al decir sociedad me refiero a los que la formamos. Constato que estamos mal equipados para pasar por el sufrimiento, que hemos hecho de la fiesta y la alegría algo pasajero que no toca a las puertas del alma; me llama la atención que alguien que parece tenerlo todo, por una cosa pequeña, cae en el pozo de la tristeza; somos inestables bajo la apariencia de liberalidad, y somos menos libres de lo que pensamos; ¿no será que a la hora de la verdad no tenemos donde agarrarnos?; ¿que nos faltan cimientos sólidos donde asentar la existencia?
Me viene a la memoria una imagen del Evangelio: construir la casa de nuestra vida sobre roca para que, cuando vengan las tormentas de la vida, los vientos de la desdicha no la hundan, o hacerlo sobre arena que es fácil de destruir, ¡he aquí la realidad de la vida humana! La clave, según el Evangelio, es la escucha de la Palabra de Dios y el cumplimiento de su voluntad. Necesitamos hombres y mujeres con cimientos sólidos, hombres y mujeres capaces de construir una sociedad madura.
¿Qué sociedad estamos construyendo? Es algo que nos debe hacer pensar a todos. Una buena tarea y, además, con futuro.
Publicado en el número 3.024 de Vida Nueva. Ver sumario
