Editorial escandaloso de ‘El País’

(Juan Rubio– Director de Vida Nueva)

El pasado sábado se hacía pública la Carta de Benedicto XVI a los católicos irlandeses con motivo de los escándalos de pederastia en el clero. Los informativos de TVE, la cadena pública, la que pagamos todos, se abrían tendenciosamente despachando su contenido en una línea, seguida de un largo reproche de la representante de las víctimas. Para ella, la Carta llegaba tarde y se quedaba corta. Así llegó la información al españolito de cultura televisiva. Atroz manipulación, corroborada a bocajarro con un reciente editorial de El País. Una de las perlas del mismo acusa a la Iglesia de “haber envejecido mal” y de “no encajar en la modernidad”. Argumentos falaces en el fondo. Callar ante esta campaña de descrédito sería ser cómplices de este fariseísmo mediático. Es la mentira adobada de calumnia, a la que se une el coro de terminales mediáticas de este Gobierno que limpia sus rodillas para hincarlas reverencialmente cuando el Papa llegue a suelo español en otoño. Un voto bien vale un rodillazo. La Carta, ni llega tarde, ni se queda corta. Quizás hubieran preferido que se encendieran las hogueras inquisitoriales sobre las que verter su ponzoña posteriormente. La Carta es dura contra el pecado y contra quienes lo han consentido. Es una Carta excelsa, aunque a estos editorialistas todo les sabe a poco. Doble página a un religioso pederasta que cumple condena y media columna perdida a la carta del pontífice. Estos vándalos de la información se las gastan así. No podemos callar cuando anda en juego la verdad, la justicia y el honor.

Publicado en el nº 2.701 de Vida Nueva (del 27 de marzo al 9 de abril de 2010).

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