La Iglesia en México se prepara para salir en auxilio de la Caravana Migrante

Las diócesis del sur del país se encuentran listas para brindar a los migrantes centroamericanos alimentación y un lugar para dormir

Tal parece que ni el despliegue de cuerpos de seguridad en la frontera entre Guatemala y México, por parte de ambos países, ni las amenazas del presidente norteamericano Donald Trump en el sentido de que no les permitirá el ingreso a los Estados Unidos, acabarán con la ilusión de miles de hondureños de alcanzar el ‘sueño americano’.

Al momento, cientos de hombres y mujeres –niños, jóvenes, adultos y ancianos– que conforman la Caravana Migrante se encuentra en territorio guatemalteco a la espera de que sus guías den la orden para pisar tierras aztecas y continuar su travesía hacia la Unión Americana.

Si bien el primer reto que encontrarán será sortear la presencia policiaca en la frontera, quienes logren ingresar al territorio mexicano tendrán el apoyo de la Iglesia católica, que se dice lista para enfrentar esta emergencia humanitaria.

Dolor solidario

La Diócesis de Tapachula, en el estado de Chiapas, dijo estar preparada para ser “una mano amiga, una palabra amable y una presencia cercana”.

A través de un comunicado, el obispo Jaime Calderón Calderón aseguró que aunque la cantidad de integrantes de la caravana supera por mucho las posibilidades de la diócesis para ofrecerles una asistencia digna, están dispuestos a asistirlos en la travesía por el territorio de la diócesis, hasta donde les sea posible.

La diócesis incluso sugiere a los migrantes recorrer Tapachula en cinco etapas, lo cual supone caminar durante el día, y llegar por la tarde a un lugar donde puedan recibir alimento y pasar la noche. “Al día siguiente, recibir también algo de alimento para el camino y seguir hasta donde concluya la siguiente etapa”.

Calderón Calderón pidió a los mexicanos sumarse a esta labor humanitaria “que intenta hacer menos pesada la cruz de estos hermanos nuestros que, de camino, atravesarán nuestro territorio diocesano por toda la Costa de Chiapas”.

Acciones conjuntas

Por su parte, Guillermo Ortiz Mondragón, obispo de Cuautitlán y responsable de la Dimensión Episcopal para la Pastoral de Movilidad Humana, hizo un llamado a las autoridades federales a procurar una acción conjunta que permita acoger y proteger a los migrantes.

Sobre todo –dijo– acciones que les eviten caer en manos de personas que, “sin escrúpulos, se aprovechan de ellos de muchas maneras: trata de personas, esclavitud laboral, grandes cuotas para asegurarles llegar a su destino, etcétera”.

El obispo aseguró que por los hechos ocurridos en otras ocasiones, se sabe que los dirigentes de la caravana no informan a las Casas de Migrantes ni a otros centros de atención; y muchas veces llegan a parroquias que no tienen los elementos para atenderlos. “Vienen personas, especialmente niños, con enfermedades gastrointestinales, personas con los pies dañados, y otros malestares del camino”, advirtió.

“Que la Sagrada Familia nos ilumine para cuidarlos en la persona de estos hermanos nuestros que buscan un mejor modo de vida, más digna, con oportunidades para su desarrollo integral y su inserción más plena en la sociedad”, concluyó Ortiz Mondragón.

Noticias relacionadas
Compartir