Los laicos de México asumen el llamado de Francisco a no clericalizarse

“Queremos ser buena noticia para nuestros pueblos”, asegura la Dimensión para los Laicos de la Conferencia del Episcopado Mexicano tras un encuentro con el Pontífice

Los laicos queremos ser buena noticia para nuestros pueblos, así lo aseguró la Dimensión para los Laicos (DELAI) de la Conferencia del Episcopado Mexicano, al dar cuenta del encuentro “Promoción y formación de los fieles laicos: buenas prácticas” que sostuvieron en Roma representantes de 15 conferencias episcopales de diferentes partes del mundo, del 26 al 28 de septiembre.

Buena noticia para nuestros países

Durante el encuentro, el papa Francisco les pidió ser “laicos, no clericalizados”; petición que –explica la DELAI- implica que, desde el encuentro personal con Cristo Resucitado, “seamos discípulos misioneros en salida a las periferias, siendo nosotros buena noticia para nuestros países y continentes”.
Dicho encuentro, al que asistió Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de Querétaro y presidente de la DELAI, fue convocado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida de la Santa Sede en Casa de Ávila, donde se dieron cita los representantes episcopales de laicos de Brasil, Venezuela, Perú, Canadá, Estados Unidos, Cuba y México, entre otros países.
“Como continente nos apreciamos y reconocemos como un pueblo de fe y esperanza en Cristo Resucitado, así como también como un pueblo guiado por su Padre y Pastor, el papa Francisco, a quien hemos expresado nuestro cariño, lealtad y oración para fortalecerlo en su ministerio Petrino”.

Estrategias que suman

La DELAI informó que durante el encuentro conocieron los esfuerzos y prácticas de formación de laicos y para laicos implementadas por conferencias episcopales, diócesis, universidades católicas e instituciones de laicos, que con diversas estrategias suman a la formación de una laicado fortalecido en su fe, pero también capaz de dar razones de su fe en los ambientes sociales, académicos, empresariales, políticos, culturales, en medios de comunicación y en la vida diaria, desde el barrio y con los vecinos, hasta la familia misma.
Muchas de estas experiencias han sido una oportunidad para el reencuentro de laicos que, trabajando ya en esos ambientes sociales, ahora aprecian una actitud en salida de la Iglesia”.
La DELAI admitió que el encuentro también fue ocasión para constatar de primera mano los sufrimientos y gritos de ayuda que viven muchos laicos, sacerdotes y obispos, ocasionados por la violencia, las ideologías de muerte, el descarte, el narcotráfico, la migración y la pobreza, por lo que “acordamos fortalecernos en la unidad, la comunión y comunicación para una más actualizada y decidida formación permanente de los laicos para la misión y el compromiso del discípulo misionero en salida, para dar razones de su fe siendo buena noticia en todos los ambientes sociales”.

El poder de la experiencia

En su participación en el encuentro, Alexandre Awi Mello, secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, invitó a los asistentes a “copiar creativamente” las experiencias de unos y otros, bajo “la guía del gran creativo que es el Espíritu Santo”. Además, expresó la esperanza que tiene puesta la Iglesia en los fieles laicos y la necesidad de que sean conscientes de su identidad y misión en la Iglesia y en la sociedad.
Awi Mello concluyó con una exhortación a los participantes para que pidan a sus conferencias episcopales que asuman una verdadera “opción preferencial por los laicos, no exclusiva, sino preferencial, por la urgencia del tiempo presente y la necesidad de una Iglesia en salida, en el mundo”.

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