“No es un problema del arzobispo ni de la Iglesia, sino que tienen que resolver, como he dicho muchísimas veces, el Gobierno y la familia”. De esta manera el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, se echaba a un lado en la polémica abierta sobre la exhumación de los restos de Francisco Franco, después de que este fin de semana La Razón publicara las alegaciones de la familia al Real Decreto del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
“Sigo en la misma postura de siempre: es una cuestión que tienen que resolver el Gobierno y la familia”, insistió el purpurado, en un receso del Congreso de la Federación Internacional de Fe y Alegría, celebrado en Madrid.
Osoro aclaró que ni el Gobierno ni la familia Franco se hayan dirigido a él en estos últimos meses para abordar la cuestión. “No tengo contacto con nadie, absolutamente con nadie. Yo no sé absolutamente nada de nada”, dijo el purpurado. En esta misma línea, comentó que no ha participado en negociación alguna con el Ejecutivo de Pedro Sánchez. “Vayan a donde está el problema, yo no tengo ninguno”, concluyó el arzobispo.
Acoger, siempre
Pero, ¿qué opina sobre el traslado a la cripta de La Almudena? “La Iglesia acoge a todas personas, en los cementerios siempre ha habido un espacio para aquellas personas que no son creyentes. No tenemos inconveniente en acoger a nadie porque la Iglesia ha sabido acoger siempre”, expresó Osoro.
“Yo no puedo oponerme a un espacio que han adquirido muchísimas familias de diferentes clases y estilos. Se han enterrado muchas personas y seguirán enterrando”, explicó el purpurado que detalló cómo “en la cripta, y no en la catedral, hay mucha gente que tiene propiedades porque las compró en su día. Ahí también tiene un espacio la familia Franco y, como cualquier cristiano, tiene derecho a poder enterrarse”.
