El informe Viganò, el padre Román… los ocho titulares del Papa a su vuelta de Irlanda

  • “Saquen sus propias conclusiones, habla por sí mismo, es un acto de fe”, asegura sobre las acusaciones de encubrimiento lanzadas por el ex nuncio en Estados Unidos en el vuelo de regreso de Dublín a Roma
  • Francisco comparte el calvario del sacerdote español absuelto de abusos: “Sufrieron el odio, el rechazo de todo el pueblo… les decían criminales y no podían salir a la calle”

El Papa, en la rueda de prensa durante el vuelo de regreso de Dublín/EFE

No obvió la pregunta. Pero prefirió no entrar en detalles ni bajar al barro ante las acusaciones del que fuera nuncio en Estados Unidos. Nunca lo ha hecho cuando desde el ala ultraconservadora de la Iglesia católica Francisco ha sido apuntado con el dedo. “Saquen sus propias conclusiones”, aseguró durante la rueda de prensa en el avión de regreso tras su viaje en Irlanda para clausurar el Encuentro Mundial de las Familias.

Junto a este asunto, el Papa abordó otras cuestiones que los periodistas pusieron sobre la mesa, desde el matrimonio homosexual al aborto en Argentina, pasando por la acogida “razonable” de inmigrantes o la “cultura de la sospecha” que puede generarse en torno a la lacra de los abusos, refiriéndose directamente al caso del padre Román en España.

1. Sobre la carta de Viganò: “Habla por sí mismo”

En medio de la tormenta mediática tras el informe de Pensilvania que revelaba y tras aterrizar en Irlanda, epicentro de los abusos de la Iglesia durante años, el que fuera nuncio en Estados Unidos, Carlo Maria Viganò filtraba una carta de once páginas en la que pedía la renuncia del Papa por, según él, encubrir al arzobispo emérito de Washington durante cinco años.

“He leído esta mañana ese comunicado, lo he leído y le diré sinceramente a usted y a todos los que están interesados: lean atentamente el comunicado y hagan su propio juicio”, dijo con el semblante serio. Y añadió: “No diré una palabra sobre esto, creo que el comunicado habla por sí mismo y ustedes tienen la capacidad periodística suficiente para sacar sus conclusiones. Es un acto de fe”.

A renglón seguido, completó: “Cuando pase algo de tiempo y ustedes tengan las conclusiones tal vez hablaré… pero yo quisiera que vuestra madurez profesional haga este trabajo. Hablamos más adelante, ¿está bien?”.

2. No a un tribunal especial para juzgar a los obispos

Preguntado por la petición del rostro más visible de las víctimas en el planeta, Marie Collins, que demanda la creación de un tribunal vaticano que juzgue a los obispos acusados de abusos, el Papa declinó la propuesta. “Se toma la recomendación del motu proprio ‘Madre Amorosa”, y se forma un jurado para cada obispo”, explicó Francisco, que dijo que resultaba inviable crear esta estructura en cada diócesis. Así, el Papa se reserva la puesta en marcha de este tribunal para casos “difíciles” como el del arzobispo de Guam, que puso como ejemplo: “He decidido usar un privilegio que tengo, de tomar yo la apelación, creando una comisión de canonistas que me ayuden y después yo daré el fallo”.

4. Tras el caso Román: “Sí a la presunción de inocencia, no de culpabilidad”

Francisco fue preguntado sobre el sacerdote que ha solicitado la renuncia del cardenal de Lyon, Philippe Barbarin, acusado de encubrimiento, pero sin condena alguna hasta la fecha. El Papa detalló que “si hay sospechas o pruebas o medias pruebas no veo nada de malo en hacer una investigación, siempre que se haga sobre el principio jurídico fundamental, ‘nemo malus’ ni ‘si probetur’, –nadie es malo, si no se prueba–”.

A partir de ahí, alertó de que “muchas veces existe la tentación no solo de hacer la investigación, sino de publicar que se ha hecho la indagación y porque es culpable… y así algunos medios, no el suyo, comienzan a crear un ambiente de culpabilidad”.

En este punto puso como ejemplo el caso del padre Román en España, el sacerdote absuelto de una acusación de abusos,  ofreciendo algunos detalles: “Recibí la acusación directamente: una carta escrita por un joven de 23 años, según él fue abusado. Daba el nombre y todo. La carta era perfecta y me preguntaba qué hacer para denunciar esto. Yo le dije anda donde el arzobispo y él sabe qué cosa debes hacer”. Así, el Papa reconoció el trabajo realizado por el prelado, Javier Martínez: “El arzobispo ha hecho todo lo que debía hacer y la cosa llegó a los tribunales civiles y se dieron los dos procesos”.

El Papa, en la rueda de prensa durante el vuelo de regreso de Dublín/EFE

El Papa, en la rueda de prensa durante el vuelo de regreso de Dublín/EFE

Francisco compartió el calvario vivido por los sacerdotes, tal y como le explicaron en el encuentro que relató en exclusiva Vida Nueva: “Se creó la conciencia de que estos sacerdotes eran criminales y no se les encontró nada”, lamentó el Papa, que aseguró que “durante casi tres años y más, han sufrido el odio, el rechazo de todo el pueblo… les decían criminales y no podían salir a la calle, sufrieron una constante humillación. Se hizo la investigación para comprobar las acusaciones del muchacho, que no me atrevo a reportar aquí”.

El Papa recordó además que “se declaró culpable al denunciante, porque habían visto que ese joven era fantasioso, pero era una persona muy inteligente, que daba la impresión de decir la verdad. Fue condenado a pagar los costos…”

A partir de ahí, Francisco aconsejó a los periodistas: “Hay diferencia entre el informador que afirma un hecho, pero que no se juega por una condena propia, y el investigador que juega a ser Sherlock Holmes, que avanza con la presunción de culpabilidad

4. “Denuncien los abusos, pero con la persona indicada”

Sobre cómo puede colaborar un católico en luchar contra la pederastia, tal y como solicitó en la carta publicada la semana pasada, el Papa lanzó una directriz: “Hablar con el juez, hablar con el obispo, y si el párroco es bueno, hablar con el párroco. Esto es lo primero que puede hacer el pueblo de Dios”.

Esta recomendación la hizo desde la reflexión de la problemática de la pederastia en el seno de la familia: “Muchas veces son los padres quienes cubren el abuso de un sacerdote. Muchas veces. Se ve en las condenas, no creen… Ellos se convencen de que no es verdadero y el muchacho o la muchacha se queda así”, advirtió el Obispo de Roma.

“Por norma recibir o busco recibir a uno o dos por semana”, confesó el Papa: “He recibido a una persona, una señora que desde hace 40 años sufría esta llaga de silencio porque los padres no le creyeron. Fue abusada a los ocho años. Hablen, esto es importante. Es cierto que para una madre esto es difícil, pero hablen con las personas indicadas y hablen con los que pueden iniciar un juicio, al menos la investigación previa

5. “Irlanda está en proceso de curación del escándalo”

El Papa quiso lanzar un mensaje al pueblo irlandés desde el avión: “He encontrado mucha fe en Irlanda, mucha fe. Veo que el pueblo irlandés ha sufrido mucho por los escándalos, pero hay fe en Irlanda. Es fuerte”. De hecho, Francisco se mostró satisfecho de ver que “se está en un proceso de reconstrucción, de curar el escándalo”. En este sentido citó a un obispo con los que compartió conversación durante el fin de semana: “El pueblo irlandés sabe distinguir bien entre las verdades y las medias verdades. Una cosa acá adentro”.

6. “Dios manda acoger al extranjero… Una acogida razonable, integrada”

“Acoger a los inmigrantes es tan antiguo como la Biblia: lo recoge el Deuteronomio, los mandamientos… Dios manda acoger al extranjero”, expuso el Papa tras sugerirle si estaba involucrado en la gestión de la crisis del Diciotti, el barco militar que atracó en Catania la semana pasada con 177 inmigrantes.

Francisco dijo no haber intervenido, pero sí aplaudió el trabajo realizado por la Conferencia Episcopal Italiana y el sacerdote Aldo Bonaiuti en su negociación con el Gobierno italiano.  El Papa llamó a Europa a promover una acogida “razonable” que tenga como meta la integración: “Un pueblo que puede recibir, pero no puede integrar, mejor que no reciba. Hay que actuar con prudencia”. “No a los guetos”, apuntó Francisco, que puso a Suecia como ejemplo de este trabajo de promoción y apoyo al que viene de fuera. “La ministra que me recibió en el aeropuerto de Lund era hija de una sueca y un migrante africano, que fue integrado hasta tal punto que su hija se convirtió en ministra”.

El Papa, en la rueda de prensa durante el vuelo de regreso de Dublín/EFE

Detalle de las manos de Francisco, durante su encuentro con los periodistas en el vuelo papal/EFE

En esta línea aplaudió el trabajo de la Comunidad de Sant’ Egidio: “Tuve una experiencia para mí muy gratificante cuando fui a la universidad Roma Tre. Entre los estudiantes que querían hacerme preguntas, vi a una estudiante y me dije: “Esta cara la conozco”. Era una chica que vino conmigo, entre los trece refugiados que traje de Lesbos. Y aquella muchacha estaba en la universidad, porque Sant’Egidio, al día siguiente, a la escuela, a estudiar”. Por último aprovechó tanto para alertar de la devoluciones en caliente como de la “amenaza de los traficantes” de personas que acaban “esclavizando” a los migrantes.

7. “No estamos contra el aborto por la religión, es un problema humano”

También se puso sobre la mesa el reciente debate legislativo sobre el aborto en Argentina. “El aborto no es un problema religioso. Nosotros no estamos contra el aborto por la religión, no. Es un problema humano que es estudiado por la antropología”, aseveró el Papa. “Yo no permito nunca que se comience a discutir, donde sea, el problema del aborto, que se comience con el hecho religioso. No. Es un problema antropológico, es un problema humano. Ese es mi pensamiento”, reiteró.

8. “Ignorar a un hijo homosexual es una falta de paternidad”

“Santidad, ¿qué le diría a un padre con un hijo homosexual que le dice que quiere ir a convivir con su pareja?”. Ante esta pregunta, el Papa respondió: “Primero diré rezar, reza. No condenar. Dialogar. Entender, hacer espacio para el hijo y la hija, hacer espacio para que se exprese. Luego, en qué edad se manifiesta esta inquietud del hijo, es importante. Una cosa es cuando se manifiesta de niño porque hay muchas cosas por hacer con la psiquiatría o para ver cómo son las cosas; y otra cosa es cuando se manifiesta después de los 20 años o algo así…”.

“Nunca diré que el silencio sea un remedio. Ignorar al hijo o hija con tendencia homosexual es una falta de paternidad y maternidad”, comentó el Papa, que animó a los progenitores a decir: “Tú eres mi hijo, tú eres mi hija, como eres, yo soy tu padre, tu madre, hablemos. Si ustedes, padre o madre, no se sienten capaces, pidan ayuda, pero siempre en el diálogo porque ese hijo o esa hija tiene derecho a una familia… No sacarlo de la familia. Este es un desafío serio a la paternidad y la maternidad”.

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