Schönborn: La Iglesia debe profundizar su aporte “sobre los efectos de la sexualidad en la familia”

  • De miércoles a viernes se celebra el Congreso de Pastoral, con 37.000 participantes, cifra significativa, pues el EMF de Filadelfia congregó a 20.000 asistentes menos a las jornadas previas
  • Cardenal Tagle: “Las personas ‘desaparecen’ cuando las miramos como mercancía y no como personas”

El cardenal Christoph Schonborn, en una imagen de archivo

Tras inaugurarse anoche de un modo conjunto en las 26 diócesis irlandesas, el Encuentro Mundial de las Familias (EMF) de Dublín se ha inicado este miércoles 22 de agosto en lo referente a su parte reflexiva y testimonial, con decenas de paneles, conferencias y charlas en las que los asistentes al evento pueden adentrarse en la inmensa diversidad de retos que afectan a las familias de nuestro tiempo.

En lo que se ha llamado Congreso de Pastoral (previo a la llegada del papa Francisco, este fin de semana), se han inscrito hasta 37.000 participantes, incluyendo a 6.500 menores. Una cifra significativa, pues en el anterior EMF, celebrado en Filadelfia, los participantes en la parte del congreso fueron 17.000, siendo 800 los menores.

Solo esta mañana están teniendo lugar hasta 15 paneles, sobre cuestiones de toda índole y con el testimonio directo de conocidos rostros, dentro y fuera del ámbito eclesial. Destaca la conferencia ‘A la luz de la palabra: la celebración de la familia en la tradición judeo-cristiana’, moderada por el cardenal arzobispo de Viena, Christoph Schönborn, y en la que han participado Michael Jackson, arzobispo anglicano de Dublín; Mikhail Nasonov, rector del monasterio ortodoxo ruso de los santos Pedro y Pablo de la misma ciudad; y Zalman S. Lent, rabino mayor de la congregación hebraica de Dublín y Chabad-Lubavitch de Irlanda.

Relación personal con Dios

Schönborn ha sostenido en dicho coloquio que “la Iglesia ha profundizado al detalle sobre la enseñanza de la sexualidad, pero no lo suficiente sobre los efectos de esta en la familia”. También ha recalcado que la relación personal con Dios “no solo ayuda a curar las heridas de la vida en común, sino que también permite a la pareja encontrar el amor de Dios, la más profunda fuente de significado en sus vidas“. Y es que esta realidad “es verdadera para todo matrimonio, no solo para matrimonios cristianos”.

Tras defender la indisolubilidad del matrimonio, Schonbörn ha pedido que, en caso de separación, los hijos “deben escuchar a pesar de todo a los padres hablar bien uno del otro porque, de lo contrario, la tranquilidad interior del niño sufrirá y las heridas serán difíciles de sanar“.

Por su parte, el rabino Lent, citando el Talmud, ha apuntado que “traer hijos a este mundo es lo más cerca que podemos estar del poder creador de Dios”. En cuanto a la infancia y la necesidad de su protección en Internet, ha defendido que “antes solíamos cruzar la calle con nuestros hijos para evitar que vieran cosas indecentes; ahora, se las envolvemos y se las damos como regalo”.

La cultura de lo desechable

Otro panel ciertamente interesante ha sido el protagonizado por el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila, quien ha ofrecido una conferencia sobre ‘Elegir la vida: el papa Francisco sobre la cultura de lo desechable’. En su llamado a una cultura humanista, el purpurado ha sido rotundo: “Las personas ‘desaparecen’ cuando las miramos como mercancía y no como personas”.

Una idea que Tagle ha llevado al matrimonio de un modo provocador con una pregunta directa: “Cuando miras a tu cónyuge, ¿ves a una persona o a una mercancía? ¿Un regalo o un problema?”.

Finalmente, acudiendo a Laudato si’ y a Francisco, Tagle ha reivindicado que “la ecología integral es la que incluye la ecología ambiental y la ecología humana, porque las dos están vinculadas y no tenemos que elegir entre ellas”

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