Religiosos chilenos reflexionan sobre “nuevas formas de ser Iglesia”

A la difícil y dolorosa crisis que vive la Iglesia en Chile, por las abundantes denuncias de abuso de poder, de conciencia y sexual por parte del clero, se suma ahora la investigación de la justicia civil por eventuales casos de encubrimiento en los que podrían estar involucrados incluso obispos.

En este contexto, el tradicional Día de la Vida Consagrada que se celebra en la fiesta de la Asunción de María, este año se realizó con una reflexión sobre “Nuevas formas de ser Iglesia”, en la víspera.

La teóloga laica y directora del Centro Misionero de San Columbano, Adriana Curaqueo, y el jesuita Fernando Montes, anterior rector de la Universidad Alberto Hurtado, expusieron sus testimonios y sus anhelos como propuestas para construir un nuevo estilo de Iglesia. A ese desafío invitaron a todos los religiosos y religiosas como una forma comprometida de vivir la misión de todo consagrado, en el espíritu de las orientaciones del Papa Francisco, para contribuir a salir de la actual crisis.

Oración por Nicaragua

La Conferencia de Religiosas y Religiosos de Chile, CONFERRE, organiza esta celebración que este año incluyó una velatón para orar por la paz en Nicaragua la que tuvo lugar al atardecer en el atrio de la Catedral de Santiago.

El capuchino Héctor Campos, presidente de la CONFERRE, explicó que con esta actividad “queremos hacer este gesto común con estos hermanos y hermanas nuestras, con todos los religiosos y religiosas que están en esta lucha por la verdad y por la justicia, para que no existan más muertos, para que la cordura y el diálogo lleven a que se favorezca siempre la vida, la esperanza”.

De este modo, CONFERRE se une a la solidaridad de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos, CLAR, “con la voz profética que la Iglesia, obispos, laicos y consagrados, ha dejado escuchar con claridad y determinación”. La CLAR señala la gran cantidad de víctimas de esta violencia sistemática y absurda, muchos de ellos cristianos, “que solo pretende sembrar miedo, para que la injusticia y la represión sigan su curso. La Iglesia que busca la mediación para el cese de la violencia, se ha convertido en objetivo de los ataques del gobierno y sus grupos paramilitares. Con los creyentes, las hermanas y los hermanos de otras iglesias y religiones, así como también, con los no creyentes de Nicaragua, nuestra voz se levanta unánime y comprometida para pedir que cese la represión”, denuncia la declaración de la CLAR.

Estas actividades culminaron en la celebración eucarística del día de la Asunción con entusiasta participación de cientos de consagrados y consagradas. En su homilía Pedro Pablo Garín, Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, llamó a las religiosas y religiosos a seguir el ejemplo de María e ir al encuentro. En esa actitud les instó a vivir tres conceptos: encuentro, lucha y profecía, sobre cada uno de los cuales destacó algunos rasgos. Respecto de la profecía destacó que “nuestra consagración está colmada de profetismo. Una vida consagrada que cuestione, con una mirada que pueda profundizar la realidad, que a veces puede incomodar, pero que da esperanza”, expresó Garín.

 

 

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