El Patriarcado de Moscú advierte de que el cisma ucraniano puede provocar “derramamiento de sangre”

Catedral ortodoxa de san Isaac en San petersburgo Rusia

El metropolita ortodoxo Hilarión Alféyev, portavoz del Patriarcado de Moscú para Asuntos Internacionales, ha manifestado la oposición de la Iglesia ortodoxa rusa a la creación de una Iglesia nacional en Ucrania. Alféyev ha asegurado que hay tres grupos detrás de este cisma: los políticos ucranianos, la Iglesia cismática del Patriarcado de Kiev –excomulgada hace años por todas las Iglesias ortodoxas– y los llamados “uniatos”, greco-católicos ucranianos de rito oriental. Cada uno de los tres buscaría el cisma siguiendo sus propios intereses, los políticos para ganar votos, el Patriarcado de Kiev para legitimarse, y los greco-católicos para “debilitar la ortodoxia” en beneficio del catolicismo, según ha asegurado Alféyev.

El mitrado ortodoxo ha asegurado además que la consecución de este cisma por parte de los ucranianos provocaría “derramamiento de sangre”, ya que considera que desestabilizaría a la Iglesia ortodoxa y los ucranianos intentarían hacerse con el control de los principales santuarios históricos de Ucrania que dependen del Patriarcado de Moscú. Analizando una reciente visita de los ucranianos al Patriarca de Constantinopla, ha asegurado que a pesar de que los haya recibido, Bartolomé I sigue defendiendo que “un cisma es un cisma”, y que considera al autoproclamado Patriarca de Kiev un “enemigo” de la Iglesia ortodoxa.

Sin embargo, según informa Vatican Insider, es el propio Patriarca Bartolomé quien ha tomado las riendas de la resolución del conflicto, y está realizando una serie de visitas a los demás Patriarcados para escuchar el parecer de cada uno respecto al problema ucraniano. El obispo Alféyev, que probablemente acuda a Bari el próximo 7 de julio junto al Papa, ha reconocido estos esfuerzos de Bartolomé I, y ha asegurado que establecerá con él un diálogo constructivo, ya que “la Iglesia ortodoxa rusa está interesada, como la Iglesia de Constantinopla, en conducir a los cismáticos a formar parte nuevamente de la Iglesia”.

El Papa pide a la Iglesia de Nicaragua que continúe mediando

El cardenal Leopoldo José Brenes, arzobispo de Managua, ha estado en Roma para la celebración de los santos Pedro y Pablo y el consistorio celebrado el pasado fin de semana, ocasión que aprovechó para reunirse con el Papa y trasladarle su preocupación por la situación que atraviesa Nicaragua. Según recoge Nuevo Diario, tras una reunión “muy amistosa” con el Sucesor de Pedro, el purpurado aseguró que Francisco “está muy informado” de los problemas existentes en el país, y aunque se mostró preocupado manifestó “su cercanía para que sigamos adelante acompañando a ese pueblo que sufre” y pidió a los obispos nacionales “que sigamos adelante con el trabajo de diálogo”.

Brenes afirmó que la situación es “bastante dolorosa” por el alarmante crecimiento del número de heridos, muertos y desaparecidos, así como el de encarcelados, si bien el trabajo de la Iglesia está siendo especialmente efectivo en que estos últimos puedan salir de prisión. Por otra parte, Abelardo Mata, obispo de Estelí, dio a conocer la decisión de la Conferencia Episcopal de convocar de nuevo la mesa de diálogo a partir de mañana martes 3 de julio.

“El terrorismo se derrota con integración social”

“Es vital respetar los convenios de derechos humanos y el derecho internacional humanitario. Así podremos impedir que los terroristas utilicen abusos y violaciones de los Derechos Humanos como pretexto para sus acciones“. Esto ha defendido el arzobispo Bernardito Auza, observador permanente de la Santa Sede en las Naciones Unidas, en una conferencia internacional de la ONU sobre terrorismo, quien también ha recordado que en la lucha contra las amenazas a la paz y la seguridad resulta vital la coordinación entre los distintos países.

Auza ha subrayado también que una de las claves para combatir el terrorismo es “afrontar, en primer lugar, los problemas de las comunidades con un mayor riesgo de radicalización” en las que puedan surgir ideologías fundamentalistas y procesos de reclutamiento. Aunque también ha defendido que para impedir que las individuos y grupos se conviertan en terroristas también hay que utilizar los recursos jurídicos adecuados.

Finalmente, según informa Vatican News, Auza ha pedido más acción a nivel local para acabar con amenazas a nivel global. Esto pasa por políticas que combatan el paro, especialmente el juvenil, y una mejora de las propuestas formativas,  así como “garantizar la libertad de expresión y la posibilidad de disentir de forma democrática con el fin de evitar el odio y la violencia”.

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