Juan Carlos Cruz: “Me alegro de que Errázuriz no vaya a la reunión con el Papa”

Juan Carlos Cruz, víctima de los abusos del sacerdote chileno Fernando Karadima

Los últimos movimientos en el episcopado chileno alrededor de la investigación por encubrimiento de abusos sexuales del sacerdote Karadima han hecho que el arzobispo emérito de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz, no viaje con el resto del colegio episcopal hasta Roma para el encuentro con Francisco. Ante esta situación, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Karadima mostró su conformidad con la decisión “quería ir y manipularlo todo, yo creo que al final se dio cuenta que ya no puede manipular muchas cosas”.

De la misma opinión es otra de las víctimas, José Andrés Murillo, que comenta sobre “la cantidad de acciones que ha hecho Errázuriz para evadir su responsabilidad son consistentes en el tiempo y su ausencia no me sorprende para nada”. Además, completó: “Di la Iglesia ha fallado en protección de los niños a lo largo del mundo es porque ha fallado en algo estructural“.

Militares españoles reciben sacramentos en su misión en el Líbano

El arzobispo maronita de Tiro, Choukrallah Nabil El Hajj, fue el encargado de presidir la celebración en la que varios militares de la Base Miguel de Cervantes del Líbano recibieron alguno de los sacramento de iniciación cristiana. El improvisado altar, montado en el salón de actos de la base, estuvo acompañado de la imagen expedicionaria de Ntra. Sra. de Guadalupe.

Para el capellán castrense Carlos Manjón fue un momento de felicidad, pero quiso recordarles a los catecúmenos que “son los propios compañeros los que lo empujan para que consolide su fe y su sí a Cristo bautizándose en el Líbano”. Los militares recibieron un rosario cada uno de manos del arzobispo maronita que compartió la comida en la base con el resto de los militares.

El gobierno vietnamita trata de expropiar conventos de monjas

Las Hermanas de San Pablo tuvieron que protestar en las calles de Hanoi, el pasado 9 de mayo, en la que denunciaron la construcción ilegal de un centro comercial en los terrenos de su convento. El convento que fue confiscado tras la revolución comunista vietnamita en 1954, fue devuelto en parte al abrir las religiosas un dispensario médico, un hogar para huérfanos y un refugio para niñas.

En la ciudad de Saigón son las Adoradoras de la Santa Cruz las que se ven obligadas a abandonar su convento por mandato gubernamental para comenzar nuevos proyectos inmobiliarios. La presión contra el convento más antiguo de Saigón se remontan a hace más de 12 años.

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