La justicia británica deniega la salida de Alfie Evans del Reino Unido

El padre del pequeño Alfie Evans se reúne con el papa Francisco

Un tribunal de Manchester decidió ayer, 24 de abril, la suerte de Alfie Evans en un último intento judicial de conseguir el traslado del niño a Italia. A pesar de los intentos de sus padres, que llevan meses luchando para que no se le deje morir, y de la mediación del papa Francisco, respaldado por el Gobierno italiano que no solo ha concedido la nacionalidad al pequeño, sino que ha dispuesto un avión bien equipado para llevarle hasta el hospital Bambino Gesù de Roma, la justicia británica considera que “iría contra los intereses de Alfie volar hasta el Vaticano“, porque los médicos consideran que continuar con los tratamientos “es fútil”.

Según recoge The Guardian, el juez al menos considera la posibilidad de que los padres puedan cuidar de él “en sus últimas horas o días” en su casa, en lugar del hospital donde lleva ingresado más de un año. Sin embargo, ni siquiera esto está garantizado, ya que según uno de los clínicos que le ha atendido estos meses, actualmente es “imposible” trasladar al niño a casa por el deterioro de las relaciones entre la familia y el centro médico, así como por la actitud de algunos de los que se oponen a su muerte. El abogado de los padres pidió al tribunal que tuviera “humanidad y sentido común” delante del jefe de personal de la embajada italiana, que acudió después de que el embajador realizara una petición formal de traslado.

El lunes a las 9 de la mañana se retiró la respiración asistida a Alfie, que continuó respirando por sí mismo durante al menos seis horas hasta que los médicos accedieron a devolverle el oxígeno y la hidratación. Después de recurrir durante meses la decisión de los tribunales ante el Tribunal Supremo del Reino Unido y llegar incluso hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que avaló la decisión de los jueces, los padres de Alfie siguen luchando contra el sistema para mantener a su hijo con vida.

Marx y Woelki hablarán en Roma de la intercomunión

Después de la polémica suscitada dentro de la Conferencia Episcopal Alemana por la “intercomunión” para protestantes casados con católicos, se ha convocado en Roma al presidente de los obispos alemanes, Reinhard Marx, y al cardenal Rainer Maria Woelki, quien encabeza el grupo de obispos tedescos que se oponen a esta medida. La carta de Woelki y los otros siete se publicó en los medios el pasado 4 de abril, y estaba dirigida tanto al prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Luis Ladaria, como al cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

Por si fuera poco, recientemente se difundió que esta reforma de los obispos alemanes había sido rechazada de plano por Ladaria, algo que la propia Conferencia Episcopal Alemana ha desmentido, ya que no han presentado un texto definitivo y asegurando que el Papa quería reunirse con ellos para hablar sobre la reforma, que la Comisión permanente de la CEA ya habría aprobado.

Francisco convocó recientemente a Marx a Roma presuntamente para discutir este asunto, pero esto también se ha desmentido ya que Marx se encuentra en la Ciudad Eterna para una reunión del C9, del que forma parte. La sorprendente cantidad de rumores que se están difundiendo respecto al incidente muestra lo delicado de su naturaleza. Según recoge Vatican Insider, ha sido Doctrina de la Fe el órgano que ha tomado las riendas del problema invitando tanto al cardenal Marx como a Woelki a Roma, así como al obispo de Mûnster Felix Genn, miembro de la Congregación para los Obispos. Se espera de esta forma “discutir y evaluar los aspectos pastorales y el contexto legal (de la reforma) también desde el punto de vista de la visión mundial de la Iglesia”

Dos sacerdotes y 16 fieles asesinados en Nigeria

Continúan las persecuciones contra los cristianos en África. Según informa el portal VOA, en la madrugada de ayer, martes 24 de abril, una treintena de hombres armados irrumpió en una iglesia de la aldea de Mbalom mientras se celebraba un funeral, acabando con la vida de dos sacerdotes y al menos 16 fieles. La diócesis de Makurdi, a la que pertenece la aldea, ha confirmado el ataque y la identidad de los dos sacerdotes asesinados, Joseph Gor y Felix Tyolaha.

Después de esto los atacantes habrían saqueado más de 50 casas de la aldea, además de los graneros e hiriendo a una veintena de personas más según los testigos. A raíz de las fuertes protestas que ha originado este crimen, el presidente Muhammadu Buhari prometió que los culpables “pagarían por este sacrilegio”, afirmando que la violación de un lugar de culto, matando a sacerdotes y fieles no solo es vergonzoso, diabólico y satánico, sino que tiene como objetivo suministrar el conflicto religioso y hundir nuestras comunidades en baños de sangre sin fin”Estos enfrentamientos son comunes en el centro del país, donde habitan agricultores cristianos que, de vez en cuando, son atacados por pastores nómadas cuyo objetivo es robar las cosechas para sostenerse.

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