Los otros protagonistas de hoy 12 de abril

Demetrio Ferández, obispo de Córdoba

El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha lanzado, en su carta semanal a la diócesis, un mensaje de apoyo a las “jóvenes universitarias” que, ante “un embarazo imprevisto, contra viento y marea han adoptado la postura contracultural de aceptar al hijo de sus entrañas, no han cedido a la presión homicida y ahora gozan de su criatura, que no cambiarían por nadie ni por nada en el mundo”, enlazando con la entrega del Premio ‘Madre y maestra de vida’ que otorga la Escuela de Magisterio de la Iglesia Católica de Córdoba dentro de la semana de la Jornada por la Vida.

En su carta, Fernández ha recalcado que “el derecho a decidir choca frontalmente con el derecho a la vida”, añadiendo que “la vida es un don de Dios desde su concepción en el seno materno” y, “sea como sea, una nueva vida merece todo el respeto del mundo, porque es sagrada”, lo que quiere decir que “no podemos ni debemos acostumbrarnos al aborto”.

El cardenal Zenari sobre Siria: “la enésima división del Consejo de Seguridad de la ONU es deplorable”

El cardenal Mario Zenari, nuncio apostólico en Siria, mostró su preocupación por lo que está ocurriendo en el país en un momento en que soplan vientos de guerra, alimentados por las declaraciones de rusos y americanos: el primero dispuesto a “derribar misiles y destruir las fuentes de lanzamiento” en caso de agresión contra Damasco y el segundo a amenazar, con un tweet del presidente Trump, con el lanzamiento de misiles “bonitos, nuevos e inteligentes”.

“La situación es delicada. Solo puedo expresar una lamentable constatación de las divisiones en el seno del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, especialmente ante acontecimientos tan graves como el reciente presunto uso de armas químicas en Douma, un suburbio de Gouta Oriental. Es deplorable la enésima división dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas“, expresó Zenari.

Juicio en Australia contra el arzobispo de Adelaida por encubrimiento de pedofilia

El arzobispo de Adelaida, Philip Wilson, se enfrenta a una posible condena de dos años en el juicio que se está llevando a cabo en el tribunal local de Newcastle, en Australia, tras el rechazo de su solicitud de desestimación del caso. En su declaración ante el juez, el arzobispo negó que dos monaguillos le hubieran dicho que habían sido abusados sexualmente por un sacerdote.

Wilson, que es la más alta autoridad eclesial en tener cargos por encubrir un caso de abusos a menores, sí afirmó que había conocido a uno de los ex monaguillos, Peter Creigh, y a su familia cuando era sacerdote asistente en la región de Hunter Valley al norte de Sydney a mediados de la década de 1970.

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