Francisco: un lustro del gran reformador

  • Hoy se cumplen cinco años desde que Jorge Mario Bergoglio fuera elegido Papa
  • Antonio Pelayo analiza los principales hitos de sus planes reformistas
  • “Las resistencias son normales en una institución tan paquidérmica como la Curia”, defiende el vaticanista
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papa Francisco

Jorge Mario Bergoglio celebra hoy, 13 de marzo, el inicio del sexto año de su pontificado, ya se han publicado diferentes balances de su primer lustro al timón de la barca de Pedro. Los hay excesivamente entusiastas (algunos los llaman turiferarios), y otros menos. Opino que ni estos últimos le deprimirán ni los otros se le subirán a la cabeza. Son reacciones que no cuadran con su personalidad.

En la reciente conversación que tuvo en Chile con sus hermanos jesuitas, Francisco les confesó: “Este período del pontificado es más bien tranquilo. Desde el momento en que en el cónclave me di cuenta de lo que iba a suceder (una sorpresa instantánea para mí), he encontrado mucha paz. Y, hasta hoy, esa paz no me ha abandonado. Es un don del Señor por el que le estoy muy agradecido y verdaderamente espero que no me lo quite”.

“Nada te turbe, nada te espante”

Esta espontánea confesión revela un estado de ánimo “teresiano” (“nada te turbe, nada te espante”) y, al mismo tiempo, ignaciano, porque el santo fundador de la Compañía recomendaba a los suyos “discernimiento” para  distinguir con paciencia y oración el trigo de la cizaña.

En su última entrevista con Vida Nueva, Antonio Spadaro> le describe como un “contemplativo en acción”Francisco es jesuita hasta los tuétanos. Y eso se le nota en todo su hacer y parecer.

En estos cinco años, superado el estupor inicial por la elección de un papa latinoamericano y encima jesuita, al irse concretando sus planes reformistas, han surgido las inevitables resistencias. Yo añadiría que hasta cierto punto son normales porque, en una institución tan rígida y paquidérmica como la Curia romana, cualquier cambio siembra desasosiego, sobre todo si afecta a cómodas, y hasta ahora inamovibles, posiciones personales.

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