El Papa recuerda que para liberar a los oprimidos “es esencial dialogar con los líderes políticos”

  • Ha sido durante una audiencia a la Comisión Internacional Católica para las Migraciones
  • “La causa que defiende vuestro organismo es la causa del propio Cristo”, les ha dicho

El Papa francisco en Lesbos visitando a refugiados

Francisco ha recibido en audiencia hoy, 8 de marzo, a la Comisión Internacional Católica para las Migraciones que preside el cardenal John Njue. Como hicieran antes san Juan Pablo II y el beato Pablo VI, les ha recordado que “la causa que defiende vuestro organismo es la causa del propio Cristo”. Esto es algo que no ha cambiado en toda la historia del organismo, al contrario, como ha dicho el Papa “vuestro compromiso se ha reforzado por las condiciones inhumanas en las que viven miles de hermanos y hermanas migrantes y refugiados en todo el mundo“. 

“Una de las misiones que Dios ha encomendado a la Iglesia es la liberación de los oprimidos y perseguidos”. Con esta premisa el Pontífice ha felicitado a la Comisión por representar “la expresión tangible” de esta tarea que nunca resulta fácil, y ha elogiado particularmente que, desde su fundación en 1951, a pesar de los enormes cambios que ha sufrido el mundo “nada ha mermado la fidelidad a vuestra misión”.

Francisco ha agradecido también que sean “un ejemplo” en cuanto a los objetivos principales de la atención al migrante, que como él mismo explicó en su mensaje por la Jornada Mundial del Migrante son acoger, proteger, promover e integrar. Así, ha animado a las iglesias locales a “ser generosas con las personas que se han visto obligadas a abandonar sus países”, recordando que la Comisión está más que cualificada para asesorar y ayudar a iglesias y conferencias episcopales en esta tarea.

“Ve a hablar con el faraón”

El Papa ha citado el Antiguo Testamento, en el que Dios manda a Moisés a hablar con el faraón para que libere a su pueblo. De este modo ha establecido un paralelismo con el mundo actual, explicando que para liberar a aquellos que están oprimidos, rechazados o esclavizados “es esencial establecer un diálogo abierto con los líderes políticos, un diálogo que tenga en cuenta experiencias, sufrimientos y aspiraciones de personas reales para recordarles su responsabilidad para con su gente”. En este sentido ha alabado la presencia “en vanguardia” de la Comisión en los tratados internacionales y conversaciones que se están llevando a cabo sobre refugiados, demostrando que su experiencia “ofrece una contribución más que competente para el desarrollo de nuevas vías que respondan a fenómenos de este tipo”.

Sin embargo, Francisco ha recalcado que el trabajo “aún no está acabado”. Así, les ha pedido trabajar junto a él para exhortar a todos los países a responder de forma humana y efectiva a las migraciones, algo que se puede hacer “basándonos  en los principios fundamentales de la doctrina social de la Iglesia”.

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