“La sociedad actual intenta evitar o remover la muerte”

  • Pietro Parolin envía una carta, en nombre de Francisco, al presidente de la Pontificia Academia de la Vida sobre los cuidados paliativos
  • El Secretario de Estado invita a reconocer los límites de la vida y la ciencia médica para “madurar a una forma de vida más sensata”

Imagen de archivo de un hospital en Thailandia/EFE

El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, ha enviado una carta, en nombre del papa Francisco al presidente de la Pontificia Academia de la Vida en la apertura de la Conferencia sobre cuidados paliativos, en la que destaca un apoyo hacia los últimos cuidados que reciben los enfermos que “se ponen frente a un límite que parece insuperable para la libertad, suscitando a veces rebelión y angustia”.

En la carta dirigida al congreso, que quiere promover el diálogo y la cooperación entre los diferentes actores que participan en el ejercicio y la difusión de los cuidados paliativos, el Secretario de Estado, al hablar de la muerte, denuncia que “la sociedad actual intenta evitarlo o removerlo”, queriendo destacar, por otra parte, la riqueza que supone la finitud de la vida, que permite “madurar de una forma de vida más sensata, tanto a nivel personal como social”.

La importancia de los cuidados paliativos

Pietro Parolin destaca la importancia que tiene la medicina con el objetivo del cuidado, más allá del objetivo de la curación, que no siempre es posible. Con esto, la ciencia del cuidado paliativo, confirma que “dentro de la práctica clínica, la conciencia de que el límite requiere no solo ser combatido y alejado, sino también reconocido y aceptado”. Lo que llevaría a no abandonar a ninguna persona enferma, sino “estar cerca de ellas y acompañarlas”.

En defensa de esa dignidad humana, que pueden proporcionar los cuidados paliativos, “no solo en la práctica médica, sino también más en general para toda la convivencia humana”, el Secretario de Estado del Vaticano reivindica el papel de la familia y de la cohesión familiar, en los tiempos de dificultad.

Ante la terapia del dolor

Distinguiendo de la eutanasia y continuando con la enseñanza de Pío XII, el cardenal Parolin habló de la terapia del dolor, que son las medidas que se toman para evitar dolores insoportables. Pese a que ya se han superado las terapias analgésicas que recortaban la vida de los pacientes, todavía se presentan nuevos interrogantes sobre los fármacos que actúan sobre la consciencia. Aunque el criterio ético no debe cambiar para el vaticano.

“El uso de estos procedimientos siempre requiere un cuidadoso discernimiento y mucha prudencia”, resolvía el Cardenal, añadiendo la dificultad que todo supone tanto para los pacientes, los familiares o los médicos. Incide en el acompañamiento que los cuidados paliativos deben tener para no anular la “dimensión relacional y comunicativa” con el enfermo.

Por último invitó a que creyentes y no creyentes se unieran tanto para la reflexión sobre los cuidados paliativos, como para la difusión de la práctica que facilite el acceso por parte de toda la población.

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