Antorchas en Valencia para dar luz a la enfermedad

  • El arzobispo de Valencia, ante centenares de enfermos y responsables de la pastoral sanitaria, denunció las actuales legislaciones sobre la fase terminal de la vida por inhumanas
  • Una misa en la catedral y una procesión con la imagen de la Virgen de Lourdes centró la celebración de la Jornada del Enfermo en la archidiócesis

La Catedral de Valencia acogió este lunes, 12 de febrero, la tradicional “Misa de las Antorchas” con la que la diócesis celebra la Jornada eclesial del Enfermos, marcada en el día de la Virgen de Lourdes. En la celebración, presidida por el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, participaron centenares de enfermos y personas con discapacidad junto con familiares, capellanes de hospitales y colaboradores de la Hospitalidad Valenciana de Lourdes.

El nombre de las antorchas unido a esta eucaristía viene por el hecho de que los valencianos, concluida la celebración, participan portando cirios encendidos en una procesión con  la imagen de Nuestra Señora de Lourdes.

“Sois los que lleváis la Iglesia

En su homilía, el cardenal recordó que la eucaristía es “medicina de caridad” y pidió a los enfermos: “No cedáis ante la tentación de considerar el dolor una experiencia únicamente negativa, hasta el punto a veces, a veces, de dudar de la bondad de Dios”. “En el Cristo Paciente todo enfermo encuentra el propio significado de los propio padecimiento, porque el sufrimiento y la enfermedad pertenecen a la condición del hombre, criaturas frágiles y marcadas desde el nacimiento por el pecado original”, señaló el prelado.

A la luz de la resurrección, siguió Cañizares, “el propio sufrimiento en vez de ser un fracaso, constituye una ocasión para dar testimonio de fe y de amor”. “Vuestra misión es de un valor altísimo tanto para la Iglesia como para la sociedad; sois, en gran medida los que lleváis la Iglesia –¡nunca me cansaré de repetirlo!–, sois los que lleváis la Iglesia porque estáis unidos singularmente a la cruz redentora de Cristo y constituir el testimonio más elocuente del amor de Dios y de la vida confiada a él”, sentenció.

El arzobispo recordó, señalando los gestos de Jesús para con los enfermos de Galilea que “los que sufrís sois los predilectos de Dios, hasta el punto de que su hijo, Varón de dolores, se identifica con vosotros”.

“Sed testigos de la confianza en Dios”, señaló a los enfermos e invitó a todos a poner su confianza en Dios, frente a la tendencia actual del mundo que confía solo en las fuerzas del hombre y “legisla ante la fase terminar de la vida”, denunció.

A la celebración se unieron grupos parroquiales y profesionales de diferentes puntos de la diócesis, así como los enfermos, discapacitados y sus familias que participan en la edición de este año de la peregrinación diocesana a Lourdes.

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