Los obispos colombianos: “Necesitamos construir un país que sea patria y casa para todos”

  • La Conferencia Episcopal concluye su CV Asamblea Plenaria
  • “Construir una Colombia en paz es una tarea que no da tregua y exige el compromiso de todos”, han dicho

La CV Asamblea Plenaria del Episcopado Colombiano finalizó ayer, 8 de febrero. Durante las jornadas que iniciaron el pasado lunes 5 los obispos han puesto su mirada en las situaciones que vive el país desde la realidad de las parroquias, expresando en un mensaje su profunda preocupación y dolor frente a lo que “hoy nos está haciendo sufrir a los colombianos”, como las nuevas formas de violencia y de terrorismo en las ciudades y en los campos, especialmente, en clara referencia a los asesinatos “crueles” de líderes sociales, indígenas, mujeres y niños.

Sin embargo, como pastores no sólo han denunciado la injusticia, sino que también han anunciado la esperanza. Por ello, inspirados en las palabras del papa Francisco en su reciente visita a Colombia, apelan a “la calidad humana de sus gentes, hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso; personas con tesón y valentía para sobreponerse a los obstáculos”.

Sin tregua y mayor compromiso

El comunicado oficial, que lleva por título: “Una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos”, presentado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), monseñor Oscar Urbina Ortega, acompañado de los obispos Ricardo Tobón, vicepresidente, y de Elkin Álvarez, secretario general, dejó claro el rotundo rechazo de la Iglesia ante la situación de violencia, corrupción, polarización política, trata de personas, narcotráfico, pérdida de confianza en las instituciones garantes de la justicia, cultura de la muerte y del descarte y, por supuesto, frente a la crisis humanitaria padecida por migrantes venezolanos.

“Los obispos sufrimos verdaderamente con estas situaciones y nos sentimos muy cerca de las víctimas que ellas dejan. Construir una Colombia en paz es una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos. No podemos decaer en el esfuerzo por lograr la unidad de la nación ni permitir que el odio y la venganza, la inequidad social y falta de oportunidades sigan truncando la vida de los colombianos”.

Cesen ya la violencia

En una clara alusión al Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras su desconcertante e imprevisto llamado al “paro armado” este fin de semana, en todo el país, la Asamblea de obispos fue contundente al exhortar a esta guerrilla, teniendo en cuenta los clamores del pueblo, a que “cese ya amenazas y acciones violentas, para que aparezca la verdad y la buena voluntad en el camino de la paz, y haya condiciones favorables para continuar las conversaciones en busca de la paz”.

A su vez, al Gobierno le pide que “continúe en el empeño de seguir buscando una salida negociada al conflicto, como un aporte indispensable a un proyecto integral de paz para todo el pueblo colombiano”.

Es un llamamiento apremiante desde lo humano, busquemos por el único camino que es la paz y el diálogo esos nuevos horizontes”, apuntó monseñor Urbina.

“Duele la crisis humanitaria”

El éxodo venezolano fue otro punto importante en la agenda de la asamblea y ocupó también un espacio en su mensaje final, al referir que “duele cada vez más la crisis humanitaria que padecen quienes vienen de Venezuela a las zonas de frontera y a otros lugares del país; están afrontando situaciones que urgen una rápida solución”.

No obstante, las recientes acciones por parte del gobierno de Juan Manuel Santos han sido bien acogidas por la Iglesia. Monseñor Urbina aseguró que era necesario lo que el Gobierno ha hecho hoy (jueves 8 de febrero), al establecer una serie de normas para manejar esta situación, porque si no “se sigue agrandando y el problema también sigue llegando a todo el país”.

También monseñor Ricardo Tobón, vicepresidente de la CEC, manifestó la preocupación y solidaridad de la Iglesia con la situación del pueblo venezolano, con todos los que están llegando al país: “vale la pena resaltar que la Iglesia ha hecho lo más que ha podido en las fronteras y también en las ciudades donde hemos tenido fuerte afluencia de migrantes venezolanos”, dijo

“Colombia y Venezuela han sido siempre países hermanos, compartimos historia y muchas realidades sociales, por lo tanto, es un momento en el que tenemos que hacernos solidarios todos y encontrar la forma de ayudar y salir adelante”, agregó el también arzobispo de Medellín.

Construir comunidad

Asimismo, esta semana de reflexión y trabajo de los prelados tuvo como eje central la parroquia. Para la CEC es un imperativo “la renovación de nuestras parroquias, para que cumplan con la misión de ser familias en la fe, comunidades evangelizadoras y semilleros del testimonio cristiano en medio de la sociedad”.

Al respecto, monseñor Tobón expresó que “nos damos cuenta que es preciso renovar todo el proceso de evangelización, es decir, encontrarnos de nuevo con Cristo y con su propuesta de humanización”.

Vemos la necesidad de construir comunidad, precisamente en un momento en el que hay polarizaciones, divisiones, enfrentamientos, las parroquias católicas deben ser un ambiente comunitario donde encontremos acogida, comprensión y mutua ayuda”, añadió.

Parroquias en salida

Los obispos de Colombia están convencidos de que para eliminar la violencia y construir el verdadero camino de la paz, el perdón y la reconciliación, es necesaria la proyección social de las parroquias, que salgan al encuentro del más necesitado y de los que sufren.

Hemos insistido que las parroquias no pueden estar encerradas, como lo ha dicho el papa Francisco, deben ser parroquias en salida, es decir, que van al encuentro del otro, a buscar a los que tienen más necesidad, a acompañar las realidades, las esperanzas y los dramas de todas las personas”, explicó Tobón.

Para ello, la Asamblea de obispos ha visto importante la formación de los sacerdotes y de los laicos para la renovación de las parroquias porque, a juicio del vicepresidente de la CEC, “el mundo va cambiando, las transformaciones culturales son grandes y rápidas, por lo tanto, todos debemos situarnos con el paso del tiempo en las exigencias y en las realidades de hoy”.

Llamado a construir un proyecto de nación

CV Asamblea plenaria de obispos también ha hecho un llamamiento a la paz de la nación: “no dejemos que cualquier tipo de violencia acabe con una vida más. Para lograr este propósito, es necesario que todos sembremos y cultivemos en el corazón el mismo amor por la patria, que construyamos un proyecto nacional, que no perdamos la esperanza, que nos comprometamos todos con valentía, y que no dejemos a la improvisación o a la decisión de unos pocos el futuro”.

Ante la proximidad del tiempo de Cuaresma y la jornada de oración convocada por el papa Francisco para el próximo 23 de febrero, recordaron a la feligresía “la exhortación de Jesús a orar siempre sin desfallecer (cfr. Lc 18,1-8). Por tanto, pidamos a Dios el don de la paz, y mantengamos viva, con nuestro testimonio, la esperanza del pueblo colombiano”.

Son muchos los desafíos, más aún en tiempos donde la confianza por el otro se ha perdido. Sin embargo, el clero colombiano apuesta por la esperanza. “Colocamos el presente y el futuro de nuestro país bajo la protección de la Santísima Virgen María.  Estamos seguros de que su intercesión nos ayudará a alcanzar cuanto necesitamos para construir un país que sea patria y casa para todos”, concluyen los obispos en su mensaje.

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