El obispo chileno Órdenes, declarado inocente de abusos

  • La unanimidad de los integrantes del tribunal ha sentenciado que no hay presunciones para verificar los hechos denunciados de abusos a adolescentes
  • En una actitud ejemplar el obispo se ha mantenido distante para facilitar la acción de la justicia y evitar el escándalo o la división entre su pueblo

Después de 5 años de investigación la Corte de Apelaciones de Iquique ha sobreseído por la unanimidad de sus integrantes al anterior obispo de Iquique, Marco Órdenes, acusado de estupro. “No existen presunciones que permitan verificar la ocurrencia de los hechos denunciados en diciembre de 2008”, afirma el fallo. Ya en la resolución de primera instancia, el ministro Pedro Güiza había establecido que “habiéndose agotado las diligencias para establecer tales hechos, lo que procede es dictar el sobreseimiento definitivo”.

Órdenes fue elegido por el presbiterio de la diócesis de Iquique como Administrador Diocesano en noviembre de 2004 debido al traslado del obispo Juan Barros Madrid al Obispado Castrense. Benedicto XVI lo ratificó como obispo de Iquique y el 18 de noviembre fue consagrado obispo en el Santuario de Nuestra Señora del Carmen de La Tirana. Al día siguiente tomó posesión en la Catedral Inmaculada Concepción.

En octubre de 2012 la Iglesia confirmó que la Nunciatura había recibido una denuncia sobre dos presuntos abusos sexuales. Entonces también se divulgó que el Ministerio Público indagaba esos hechos hacía ya 3 años. Había por tanto un juicio civil y se abrió una investigación canónica que aún no da a conocer sus resultados. Órdenes, en una actitud ejemplar, renunció al cargo “para no afectar al resto de la comunidad”.

El Papa Benedicto XVI aceptó la renuncia del obispo Órdenes, investigado por abuso sexual contra un menor de edad. Pablo Lizama Riquelme, arzobispo de Antofagasta, fue nombrado Administrador Apostólico “sede vacante” de la diócesis de Iquique, con facultades de Obispo diocesano.

“No sin dolor tomé la decisión de renunciar al obispado de Iquique”, expresó Órdenes en un comunicado en octubre del 2012, al dejar la diócesis. Y agregó: “De tal manera que esto que me afecta de manera personal, no afecte al resto de la comunidad”. Dijo sentirse “golpeado y crucificado”, pero que tomó la decisión por el bien de la comunidad.

Órdenes ejerció su cargo entre el 2006 y el 2012, hasta que abandonó su cargo producto de la indagación que se inició en su contra.

Después de 5 años, la resolución dictada por los ministros Rafael Corvalán, Frederick Roco y el abogado integrante Hans Mundaca, establece que “atendido el mérito de los antecedentes, lo informado por el fiscal judicial y lo dispuesto en el artículo 414 del Código de Procedimiento Penal, se aprueba la resolución consultada de veintiséis de diciembre de dos mil diecisiete, escrita de fojas 485 a 487 vuelta de estos autos”, sostiene el fallo del tribunal de alzada. Agrega: “se sobresee definitivamente en cuanto a los hechos denunciados (…), por no aparecer presunciones de que se hayan verificado aquellos que dieron motivo a la formación de esta causa”.

Ahora Órdenes espera la resolución del proceso canónico que se le ha seguido paralelamente en el Vaticano. Un comunicado del Obispado de Iquique, publicado el 27 de enero, después de informar que “ha tomado conocimiento de la determinación de la Corte de Apelaciones de Iquique, que sobreseyó en forma definitiva de la investigación abierta en contra de Mons. Marco Antonio Órdenes” y de reconocer y acatar esas decisiones, señala que: “Esta resolución judicial no tiene ningún efecto en la situación canónica de Mons. Órdenes, toda vez que la investigación eclesiástica de estos hechos no ha concluido con una sentencia”.

La investigación eclesiástica fue iniciado el año 2012 y se espera que su fallo definitivo sea dado a conocer pronto, definiendo así la situación de Marco Antonio Órdenes, de 53 años, quien a los 42 años había sido elegido obispo de la iglesia y asignado a su ciudad natal, cargo que abandonó para evitar escandalizar debido a la acusación de que lo sometió a proceso, tanto en la justicia civil del país, como en la eclesiástica. Ahora Órdenes ha quedado liberado de la acusación en la justicia civil y está a la espera del fallo de la eclesiástica.

 

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