Los obispos denuncian que la ley LGTBI andaluza “obliga a colaborar con la ideología de género”

  • Los pastores invitan “a no permanecer pasivos” ante el peligro que supone para la libertad religiosa, de educación y de pensamiento
  • En un comunicado, los Obispos del Sur afirman que la ley “excede con mucho el objetivo de combatir la discriminación”

Reunión de los Obispos del Sur en Guadix en enero de 2017

“Una amenaza para la vida familiar, la educación y el ejercicio de la medicina”. Así consideran los Obispos del Sur la ley aprobada por el Parlamento andaluz el pasado 28 de diciembre para garantizar los derechos, la igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI y de sus familiares, según denuncian en un comunicado hecho público en la tarde de este miércoles 17 de enero, al término de la reunión ordinaria que los prelados mantuvieron en Guadix.

Es una ley que excede con mucho su objetivo de combatir la discriminación. No es justo que, en nombre del bien común, se imponga una antropología y una determinada visión moral, que es de hecho una amenaza para la vida familiar, la educación y el ejercicio de la medicina. Es, por tanto, una ley que compromete la libertad de pensamiento, la libertad de conciencia, la libertad de educación y enseñanza, y la libertad religiosa”, se lee en la extensa nota conjunta.

Los obispos recuerdan –tres días después de que esta normativa apareciese publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía– “que la misión de la ley es hacer crecer la justicia y no imponer legalmente una determinada idea moral, ya que cuando un Estado quiere imponer una ideología cae en la injusticia y promueve el totalitarismo del pensamiento único”.

Imposición de una visión ideologizada

A los prelados les preocupa que esta ley pueda dar lugar “a la imposición a todos los ciudadanos andaluces de una ideologizada visión concreta del hombre”, porque, “aunque aparentemente persigue un fin bueno, como es el respeto a todas las personas independientemente de su condición y tendencia sexual, sin embargo, en el fondo asume todo el entramado lingüístico de la ideología de género, que pretende eliminar los conceptos de varón y mujer, separando la identidad de la corporalidad, intentando así deconstruir el cuerpo humano, el matrimonio y la familia”.

“Consideramos que no son equiparables realidades tan distintas como la homosexualidad, los estados intersexuales y la transexualidad, pues cada uno de estos estados requiere una consideración y una atención diferente. Suscita preocupación ver que una ley quiera abordar el tratamiento médico defendiendo una medicina que responda exclusivamente al deseo subjetivo del paciente”, abunda el texto conjunto de los prelados.

Asimismo, los obispos hacen notar que “esta ley obliga a personas e instituciones a asumir y colaborar con la ideología de género en los diversos ámbitos de lo social, en la sanidad, en la educación, en el ocio, en el deporte y en la familia, sin posibilidad de discrepar ni de plantear la objeción de conciencia”.

Invitación a no permanecer pasivos

Y aunque, en la línea en que otras instancias eclesiales se han pronunciado ya sobre el respeto que todas las personas merecen en cuanto a su orientación sexual, los Obispos del Sur hacen hincapié en que “esto no puede dar lugar a la promoción e imposición de ideas defendidas por la ideología de género”.

Por ello, los prelados, acaban lanzando una invitación, especialmente a los cristianos, “a no permanecer pasivos ante el peligro que suponen los postulados de la mencionada ley para la libertad religiosa, de educación y de pensamiento

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