La Iglesia chilena y los maristas: condena rotunda ante la pederastia

  • La investigación a siete religiosos por presuntos abusos a decenas de menores sale a la luz una semana antes del viaje del Papa
  • El cardenal Ezzati pide perdón y asegura que la congregación está colaborando con la Justicia

Sin fisuras. La Iglesia Chilena y los maristas han izado hoy la bandera de la tolerancia cero contra los abusos sexuales a menores tras conocerse una investigación a siete religiosos de esta orden en Chile, cuatro procedentes de Castilla y León (uno de ellos ya fallecido), por pederastia y abuso a menores. Se les acusa por delitos que se cometieron entre 1970 y 2010 en cinco centros distintos y es más de una treintena de alumnos la que ha presentado denuncia por pederastia y abuso a menores.

El cardenal Ricardo Ezzati, arzobispo metropolitano de Santiago de Chile, ha afirmado a la agencia Efe que “la verdad siempre nos hace libres” y ha subrayado los esfuerzos de los maristas para hacer frente a esta lacra. “Fue un acontecimiento triste para ellos”, ha apostillado el cardenal, que ha confirmado cómo la Iglesia está trabajando mano a mano con el Ministerio Público de Chile y de forma interna con sumarios contra los presuntos autores de los actos ilícitos.

Consternación en España

A través de un comunicado emitido por la Provincia Marista Compostela, que incluye Portugal y las comunidades de Castilla y León, Asturias y Galicia, la congregación religiosa ha expresado desde España su “rotunda condena” a cualquier forma de abuso, han reconocido el sufrimiento de las víctimas y han hecho efectiva una “petición de perdón” tras conocerse los hechos.

Este hecho, que se da a conocer una semana antes de que el Papa aterrice en el país latinoamericano, ha llevado a los maristas a reiterar en el comunicado su apuesta “por el trabajo diario para prevenir e intentar evitar cualquier situación que atente contra los derechos de los niños”.

De hecho, ya en el XXII Capítulo General del Instituto Marista, celebrado recientemente en Colombia, el Instituto ya reconoció “el dolor y sufrimiento causado a las víctimas por parte de algunas personas pertenecientes a instituciones maristas”. Durante el cónclave marista también se condenó “cualquier forma de abuso a niños y jóvenes: emocional, físico o sexual”, que representa “la antítesis” de los valores que defiende la congregación inspirados por su fundador, San Marcelino Champagnat.

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