“Somos educadores”

Fuerte cuestionamiento de entidades educativas, encabezadas por el Cardenal Mario Poli, a un proyecto de creación de una universidad de formación docente, presentada por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Después de manifestar su asombro por el anuncio realizado el 22 de noviembre próximo pasado por el mismo Jefe de Gobierno, expresan su preocupación por la falta de diálogo y por la presentación del proyecto “cerrado”, sin nada que discutir, que afecta tanto a la gestión estatal como privada.

La misiva fue firmada por otros actores: Dr. Norberto Baloira, Secretario Ejecutivo de la Coordiep (Junta Coordinadora de Asociaciones de la Enseñanza Privada de la República Argentina), Andrés Tocalini y Ernesto Herrmann, de FAERA (Federación de Asociaciones Educativas Religiosas de la Argentina) , Pastor Rafael Sáenz del Consejo de Educación Cristiana Evangélico, Pablo Corbillón, Delegado Episcopal de la Vicaria de Educación del Arzobispado de Buenos Aires, Lic. Daniel Ochoa, Presidente del Consejo de Educación Cristiana Evangélica; Lic. Patricia Simeone, Presidente CESGE (Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal  de la Ciudad), en representación de los 21 Institutos de formación docente estatales, Pbro. Lic. Juan Torrella, Rector Profesorado Consudec (Consejo de Educación Católica), Prof. Ing. Alejandro Ceresa, Presidente AIES (Asociación de Institutos de Educación Superior). y Dr. José María La Greca, Dra. Patricia Sarlé, Dra. en Educación de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Reafirmaciones

En su rol de educadores, reafirman distintos principios:
– El derecho de todos a participar en la planificación educativa, en forma representativa, orgánica y oportuna.
– El valor distintivo de la sociedad en su carácter de la diversidad y la pluralidad desde su gestación. “La uniformidad que pretende el proyecto propuesto parece no atender a la creciente diversidad de nuestra sociedad”.
– El “saber hacer” como característica propia de los institutos de formación docente y la sistematización de la práctica.
– La valoración positiva histórica que en la Argentina tiene  la formación docente a través de las escuelas normales y los institutos superiores de gestión estatal y de gestión privada.
– “La loable y rica trayectoria de cada institución formadora de docentes otorga una identidad particular en cuanto a cultura institucional, perfil formativo y proyección social. Consideramos que hoy estas probadas instancias formativas se ven amenazadas y con riesgo de desintegración”.
– la capacidad de acompañamiento pedagógico de los Institutos Superiores de Formación Docente
– El valor de la actualización científica, la metodología de investigación, la apertura a grados y posgrados académicos que promuevan, respeten y salvaguarden la especificidad, la sustentabilidad y la autonomía de las instituciones intervinientes.
– “Las experiencias de un camino de diálogo compartido que nos permitirá -en mesas de trabajo conjunto con diversas instituciones de ambas gestiones-, evaluar, discutir y acordar la renovación de todos los diseños curriculares de formación docente en los últimos años”.
Por lo mismo, reafirmamos la necesidad de volver a encontramos en el fecundo camino del diálogo, compartiendo ideas e inquietudes desde lo diverso, en procura del bien común.

También advierten

Después de estas reafirmaciones, señalan distintas advertencias como:

  • El grave perjuicio para la educación que generará el intento de una racionalización centralista y la consiguiente uniformidad de la formación
  • La falta de evaluación seria de un impacto. “Lo razonable sería evitarlo”.
  • El empobrecimiento de la libertad y la diversidad que, por propia consecuencia a partir del sistema formador, afectará a la totalidad de los niveles escolares.
  • La desintegración y desmantelamiento de Institutos Superiores de Formación Docente.
  • El reduccionismo que conlleva definir las políticas de formación docente estatal, por parte de la universidad.
  • La omisión de instancias de consulta que aseguren la participación de la comunidad académica en el discernimiento y la toma de decisiones de tan significativa proporción.

El compromiso asumido por todas las instituciones quedó plasmado en uno de los párrafos principales del mensaje. Dicen: “Somos educadores”. Toda la educación, en cada uno de los niveles: “es nuestra pasión”. Ponen el acento en generar acciones que mejoren la enseñanza y el aprendizaje de los alumnos. Ante la posibilidad de diseñar una salida política educativa consideran provechosos los espacios para la participación amplia y el diálogo entre los sectores, con el fin de llegar a consensos razonables y duraderos, para el bien común.

Finalizan la carta con un claro y fuerte pedido: “Entendemos que para lograrlo es necesario el retiro del proyecto de ley de creación de la Universidad de Formación Docente de la C.A.B.A. presentado a la Legislatura y la apertura de un espacio de diálogo genuino y multisectorial para definir acciones que profundicen los procesos de mejora permanente que realizan las instituciones de formación docente”.

No es la primera vez que se escuchan voces disonantes al proyecto. Docentes, alumnos y sindicatos se mostraron reacios a esta iniciativa, y hasta amenazaron con medidas de fuerza.

Se supo, que por indicación de Rodríguez Larreta, en los próximos días se invitará al Cardenal Poli a una reunión informativa para conocer la totalidad del proyecto.

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