Agradecidos. Así se sienten los obispos de Aragón tras la vuelta de los bienes de Sijena a su procedencia originaria, el Monasterio de Santa María de Villanueva de Sijena en Huesca: “Nuestra más sentida gratitud y felicitación a quienes, de un modo u otro, han contribuido a la devolución de los bienes”.
En un comunicado hecho público tras la entrega ayer lunes 11 de diciembre de 43 de las 44 obras –durante el traslado, los técnicos de Patrimonio confirmaron que una de ellas está extraviada–, los cinco obispos aseguran que “se ha hecho justicia”, porque “el pueblo de Aragón ha recuperado su tesoro artístico religioso”.
Por eso calificaban ayer de “un día de gozo, de alegría”, al menos para Aragón. Porque, aparte de las protestas de algunos ciudadanos catalanes a las puertas del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) de Lleida, manifestándose para evitar que se llevaran las obras de arte, y de que los políticos –principalmente independentistas– han llegado a calificar el traslado de “un expolio”, los obispos consideran que “más allá de disputas políticas, resulta crucial que en un Estado de derecho se cumpla la legalidad y se dé cumplimiento íntegro a las resoluciones judiciales”.
“Deseamos, de corazón, una convivencia pacífica que favorezca el desarrollo social y de cada ser humano. Rezamos por ello”, finaliza la nota.
El comunicado está firmado de manera conjunta por Vicente Jiménez Zamora, arzobispo de Zaragoza; Antonio Gómez Cantero, obispo de Teruel y Albarracín; Julián Ruiz Martorell, obispo de Huesca y de Jaca; Eusebio Hernández Sola, obispo de Tarazona; y Ángel J. Pérez Pueyo, obispo de Barbastro-Monzón.
