Los jóvenes españoles a la Iglesia: “No seáis excesivamente moralistas”

  • La Conferencia Episcopal Española presenta la síntesis de las aportaciones enviadas a Roma para al Sínodo de 2018
  • “La pastoral juvenil no es una pastoral de eventos”, recuerda Raúl Tinajero
  • Casi el 70% de los diócesis han contestado a los cuestionarios facilitados

Una Iglesia que no sea excesivamente moralista. Esta es una de las peticiones que los jóvenes católicos españoles han hecho llegar a la Conferencia Episcopal Española a través de los cuestionarios para la preparación del Sínodo de los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, que se celebrará en octubre de 2018. Así se recoge en la síntesis de las aportaciones enviadas a la Santa Sede para la elaboración del Instrumentum laboris, presentada hoy, 12 de diciembre, en Añastro.

Quién ha contestado

El Departamento de Juventud, junto con la Comisión Episcopal de Seminarios y Universidades, remitió el cuestionario a las 70 diócesis, y a 22 movimientos, 32 congregaciones religiosas y cuatro institutos seculares que trabajan con pastoral juvenil. En total, se han recibido respuestas de 47 diócesis, 12 movimientos, 12 congregaciones y 2 institutos. Casi el 60% de los encuestados han respondido.

En el caso de las diócesis, alrededor del 70% han remitido sus respuestas. ¿Y el otro 30%? “No han respondido todas por falta de tiempo. El documento llegó en enero, en marzo se presentó a los obispos en la Plenaria, en abril/mayo llegaron a las diócesis y el 15 de septiembre era la fecha tope para responder. Contando con el verano de por medio, algunas diócesis han tenido dificultades”, explica al ser preguntado por Vida Nueva Raúl Tinajero, director del Departamento de Juventud. No obstante, “algunas han respondido después, pero ya no ha dado tiempo a incluir sus respuestas en el informe enviado a Roma el pasado 30 de octubre.

Qué piden los jóvenes

Un total de 5.253 jóvenes han participado en la macroencuesta que muestra sus sentimientos, sus peticiones y su opinión sobre la Iglesia. ¿Escucha la Iglesia a los jóvenes? “Los jóvenes valoran el esfuerzo de la Iglesia por escucharles y agradecen la labor de los que ocupan su tiempo en escuchar.

De hecho, más de un 60% de los jóvenes afirman que se sienten escuchados, aunque el porcentaje baja cuando se refiere a ser comprendidos (46%) y cuando se refiere a recoger sus aportaciones (40%)“, según recoge la nota de prensa.

En este sentido, lo que los jóvenes demandan es “tiempo y personas para escuchar y salir fuera de las estructuras eclesiales. También proponen promover nuevos espacios, más apertura y acoger sin enjuiciar”. En concreto, la nota de 1 sobre 10 que le dan a la escucha de la Iglesia es de 6,5.

En concreto, los jóvenes le piden a la Iglesia que se les escuche. También reclaman que tenga una actitud de cercanía y apertura hacia el mundo de hoy: que se comprometa proponiendo con más claridad el Evangelio de Jesús; aceptación de las diferencias, tolerancia, diálogo y claridad evangélica; que acoja, que sea inclusiva, misericordiosa y samaritana; más moderna, que se comunique mejor, con un lenguaje de hoy, que renueve sus mensajes, que conecte con las ideas de hoy, que no sea excesivamente moralista y que proponga una liturgia más viva y cercana; que sea fiel a Jesucristo y a su Evangelio, comprometida con la justicia, con la solidaridad, con el cuidado del planeta; que los laicos tengan más formación para ser cada día más conscientes de su misión y corresponsabilidad; y que los pastores estén más cercanos a los jóvenes.

Autocrítica

Sin embargo, no todo es pedir; también hay espacio para la autocrítica, puesto que reconocen que, “en ocasiones, sus prejuicios hacia la Iglesia o la sociedad en general les alejan y les impiden ser receptivos a sus propuestas. Sienten que a veces se dejan llevar por lo fácil, olvidando sus compromisos”. Para los jóvenes, el mayor desafío que tiene la Iglesia hoy por delante es llegar a los alejados. ¿Y cómo hacerlo? Los jóvenes lo tienen claro: salir a la calle.

Discernimiento vocacional

En relación al discernimiento vocacional, los encuestados destacan que “el rol de los padres constituye un factor primordial, importante y decisivo; aunque también señalan con insistencia que son ellos quienes terminan decidiendo sobre su propio futuro”.

“El papel de la familia parece fundamental pues sus padres los acompañan, orientan, guían, les entregan valores, transmiten creencias, y los educan en la fe –continúa la nota–. Las experiencias de vida de los padres les iluminan para tomar las mejores decisiones, ya que ellos confían en sus padres y reconocen que buscan su bien”.

En relación a la escuela, universidad o centros formativos, mantienen que, al estar más centrados en orientar en ámbitos profesionales o laborales, los jóvenes no comparten temas vocacionales en esos ámbitos. Además, “la influencia de ciertas ideologías en la educación, provoca serias dificultades para que aparezca la dimensión trascendente del ser humano y el planteamiento de decisiones definitivas. Las antropologías más extendidas en los centros educativos, que ponen el tener por encima del ser, no ayudan a la apertura a la trascendencia; silencia las preguntas últimas, como el sentido de la vida, y se conforma con el materialismo, utilitarismo y pragmatismo reinantes”, señala la síntesis.

La influencia de las JMJ

Las Jornadas Mundiales de la Juventud también han estado en el foco de los jóvenes. “Al igual que otros eventos nacionales o internacionales, son un elemento crucial para despertar la fe o reanimar la pastoral agotada o dormida.

Según se manifiesta en la encuesta, estos eventos causan un gran impacto en los jóvenes y proporcionan un encuentro intenso con Jesucristo. Además dan una imagen mejor, más joven, alegre, dinámica y abierta de la Iglesia”, recoge la nota. No obstante, Tinajero recuerda que “la pastoral juvenil no es una pastoral de eventos”.

Otros temas

La síntesis recoge la respuesta a todas las preguntas (abiertas y cerradas), por eso, no todas son cuantitativas, porque en algunos casos la respuesta era libre. Así, se da cuenta de que los jóvenes piden “una mayor formación sobre la Doctrina Social de la Iglesia y la creación de foros jóvenes en los que se traten los temas que les interesan”.

En mayo se calcula que esté listo el Instrumentum laboris, que se llevará al Sínodo para que los padres sinodales hagan propuestas y el Papa pueda elaborar su exhortación sobre los jóvenes. Hasta entonces, Tinajero quiere hacer un recordatorio a los agentes de pastoral: “Que la pastoral juvenil siempre lleve a un discernimiento vocacional”.

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