Francisco en la misa en Myanmar: “La venganza no es el camino de Jesús. Su amor es un GPS espiritual”

papa Francisco misa en Myanmar 29 noviembre 2017

El mensaje de reconciliación que el papa Francisco ha llevado a Myanmar lo ha entregado con todas las palabras en la misa celebrada hoy miércoles 29 de noviembre, en el estado deportivo Kyaikkasan Ground de Rangún. La celebración religiosa ha tenido lugar a las 8:30 hora local (3:00 hora española), ante más de 150.000 fieles (los cristianos suponen menos del 4% de la población total del país, que es budista en un 90%).

Myanmar ha pacedido una sucesión de guerras civiles desde que logró su independencia del Reino Unido en 1948, siendo los derechos de las minorías uno de los conflicos principales. Desde 1964 hasta 2011 sufrió una dictadura militar y todavía hoy está gobernada por una Junta Militar. En 2007, el movimiento opositor, animado por miles de monjes budistas y representado por la líder Aung San Suu Kyi, consiguió el compromiso de redactar una nueva Constitución y de celebrar elecciones libres. En noviembre de 2010 se celebraron las primeras elecciones legislativas en 20 años, calificadas de fraudulentas por gran parte de la comunidad internacional.

Sin lugar a la ira

“Sé que muchos en Myanmar llevan las heridas de la violencia, heridas visibles e invisibles”, ha dicho el Papa en su homilía de hoy, advirtiendo contra “la tentación de responder a estas heridas con una sabiduría mundana que está equivocada. Pensamos que la curación pueda venir de la ira y de la venganza. Sin embargo, el camino de la venganza no es el camino de Jesús”.

Francisco ha recordado que Jesús respondió al odio y al rechazo con “perdón y compasión” y por eso “también nosotros podemos encontrar rechazo y obstáculos, sin embargo él nos dará una sabiduría a la que nadie puede resistir”: “Encontrando refugio en las heridas de Cristo, puedan saborear el bálsamo saludable de la misericordia del Padre y encontrar la fuerza para llevarlo a los demás, para ungir cada herida y recuerdo doloroso”.

En otro momento posterior de la alocución ha insistido en esa idea, con una imagen muy gráfica: “Su amor revelado en la cruz, en definitiva, nadie lo puede detener. Es como un GPS espiritual que nos guía de manera inexorable hacia la vida íntima de Dios y el corazón de nuestro prójimo”.

La Iglesia como bálsamo

El Pontífice ha agradecido la tarea que hace la Iglesia birmana por llevar el “bálsamo saludable de la misericordia de Dios”, especialmente a los más necesitados, y por anunciar el Evangelio a otras minorías tribales –”sin forzar ni coaccionar”, ha matizado–.

“La Iglesia en este país está ayudando a un gran número de hombres, mujeres y niños, sin distinción de religión u origen étnico. Soy testigo de que la Iglesia aquí está viva“, y les ha animado a seguir con su tarea.

El resto de la misa ha transcurrido con normalidad. Al terminar la celebración, el arzobispo de Rangún, el cardenal salesiano Charles Maung Bo, ha dirigido unas palabras al Papa, que ha terminado, en español, con la frase: “Gracias por todo”.

Agenda para hoy

En el programa de la visita apostólica está previsto que Francisco se encuentre con el Consejo Supremo de la Sangha de los monjes budistas (a las 16:15 h. local, 10:45 h. española). Y una hora más tarde, con los obispos del país, en la Catedral de Santa María.

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