Una nueva fundación agrupará a todos los colegios de jesuitinas

  • Los 21 colegios de las Hijas de Jesús en España quieren responder a las nuevas situaciones educativas
  • La decisión es fruto de un proceso de reflexión en el que las religiosas y los laicos misi más estrechamente “una misión y una visión compartida”

La Conferencia Episcopal Española acaba de aprobar la constitución de la Fundación Educativa Jesuitinas, nuevo ente canónico que integrará a los 21 colegios españoles de la Congregación de las Hijas de Jesús. Este órgano recién creado espera estar a pleno rendimiento al comienzo del curso 2018-2019.

Este paso, para Mari Carmen Martín, provincial de las Jesuitinas de España e Italia, “es una respuesta para asegurar el futuro de los colegios, más allá de la presencia de las Hijas de Jesús en ellos y dar así continuidad a la intuición educativa de la fundadora, santa Cándida María de Jesús”.

El reto de crecer juntos

La finalidad de la fundación, tal y como recogen sus estatutos, “es la educación integral de la infancia y la juventud, con una identidad religiosa católica” desde el carisma específico iniciado por la Madre Cándida en 1871. Este objetivo se ha revisado en un proceso desarrollado en los últimos años con la formación de los laicos como elemento clave. Ahora, señala la provincial, todos perciben el “desafío de crecer juntos, los laicos y las Hijas de Jesús, en una misión y, también, en una visión compartida”.

Por ello, asegura “con la fundación podemos sentir de forma más palpable la unión de todos los centros educativos, que comparten un proyecto común”. Una red que agrupa a los 21 centros repartidos por toda España y que ya ha dado pasos para fortalecer la unión.

Las propias religiosas contemplan “esta nueva situación que se abre ahora como reto”, ya que antes de tomar la decisión la reflexión se ha abierto a todas la Hijas de Jesús y también a los equipos directivos. Esta implicación por parte de todas las hermanas y de quienes gestionan los centros educativos “ha sido un paso importante del proceso, porque todos se han sentido parte de él de una manera o de otra”. “Todos estamos implicados en ello”, confiesa Mari Carmen Martín.

Por su parte, los laicos que desarrollan su misión en estos centros –y pieza clave en la nueva andadura– han apreciado la “generosidad por parte la congregación y también perciben responsabilidad en sus espaldas”. “No es que ahora ya no vaya a haber Hijas de Jesús, pero ven el proyecto como más suyo”, recalca la superiora.

Y es que la nueva titularidad de las obras educativas no implica ningún cambio en lo que respecta a las comunidades de las religiosas y las labores apostólicas que vienen desarrollando. Tampoco, aseguran en un comunicado, afectará al carácter propio, que seguirá siendo el mismo, ni a los educadores ni dinámica de los centros. Los colegios de las jesuitinas “mantendrán el clima en el que se dan unas relaciones que ayudan a las personas a abrirse al mundo, a ser más fraternas y solidarias con sus semejantes, a servir y amar a todos, especialmente a los más necesitados y a ser miembros activos en la sociedad y en la Iglesia”.

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