Kike Figaredo: “Para vivir con los pobres hay que ser profesionales con formación y de corazón”

  • El prefecto apostólico en la región camboyana de Battambang clausura el XIX Congreso Católicos y Vida Pública
  • El misionero invita a la Iglesia a “salir de su burbuja, a convertir utopías en realidades, no se puede salir de un congreso como éste y no hacer nada”

“Tenemos que ser una Iglesia en salida, no podemos salir de un congreso como este y no hacer nada”. De esta manera, el prefecto apostólico en Battambang (Camboya), Kike Figaredo, clausuraba el XIX Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación San Pablo CEU con el tema “La acción social De la Iglesia”.

El misionero jesuita fue el encargado de cerrar este foro, precisamente en la I Jornada Mundial de los Pobres convocada por el Papa Francisco. “Trabajamos juntos por los pobres y para los pobres, convencidos de que es posible construir un mundo nuevo. Nuestra presencia es siempre objetiva y cercana con la esperanza siempre por delante”, asegura el prelado, que definió como “un pastor de la Iglesia que vive en las periferias. Mi vocación se nutre de muchas historias cada mañana: víctimas de la trata, prostitución, maltratados, mutilados, discapacitados…”.

Figaredo invitó a todos “a salir de nuestra zona de confort, de nuestras burbujas”, a ser “una Iglesia en salida que es capaz de convertir utopías en realidades, desde la fragilidad de medios que tenemos”.

El obispo, que también fue antiguo alumno del CEU, destacó que “esta Iglesia en salida se gasta, se desgasta y se cansa, y esto pasa cuando se trabaja por la reconciliación en lo concreto, después de un conflicto como el vivido en Camboya”.

Salir al encuentro

Interrumpido por los aplausos de los asistentes, señaló cómo la Iglesia “está llamada a salir al encuentro, a mancharse, a ser compañeros de camino del otro, sabiendo que hay historias terminan mal, pero no rendirse ante los pensamientos oscuros”. “Es en el diálogo con el Señor en la oración donde encontramos la luz y las razones de nuestra fe en todos estos momentos”, subrayó.

El también presidente de Cáritas Camboya reivindicó que a la hora de acercarse a los últimos “hay que ser profesionales en la formación, pero también profesionales de corazón“. Así, reivindicó perder el miedo de relacionarnos entre la Iglesia, las empresas y las ONG”.

El inicio de una vocación

Figaredo fue presentado por el profesor del CEU y voluntario en Camboya, Javier Santos. “En cuanto puede se pone la camiseta del Sporting o se cocina una fabada en Camboya”, bromeó para adentrarse en la biografía de Figaredo, deteniéndose en cómo un viaje a Taizè fue el golpe vocacional definitivo y recorriendo su entrega hasta aquel campo de refugiados camboyanos en Thailandia donde llegó en 1985.

“La misión de Kike hoy es crear alegría y lo hace de una manera fácil: siempre sonríe. De esta manera hace el Evangelio más creíble para los jóvenes y mutilados”, apuntó Santos.

El presidente de la Asociación Católica de Propagandistas, Carlos Romero, detalló que “Kike Figaredo representa a un mundo maravilloso, el mundo de los misioneros que, aunque es tal lejano físicamente, pero tan cerca por los milagros cotidianos que muestran”.

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