Francisco: “No basta con curar al enfermo, hay que escucharlo”

  • El Papa ha dirigido una carta a los participantes d ela conferencia sobre igualdad en la salud
  • “Él desigualdad es el auténtico problema”, denuncia el Obispo de Roma sobre el acceso a la sanidad

Dos religiosos en Hospital San Luis Alepo Sirio

El Papa ha dirigido una carta al Cardenal Turkson con motivo de la 32ª Conferencia internacional sobre desigualdad global en la salud que organiza el dicasterio para el desarrollo humano integral de la Curia. En la carta, habla del papel que cumple la Iglesia ante la brecha de desigualdad entre ricos y pobres. “La Iglesia no puede permanecer indiferente a este problema. Consciente de su misión al servicio de los seres humanos creados a imagen de Dios, está obligada a promover su dignidad y sus derechos fundamentales”, destactó el Papa.

Además, la Iglesia ya propuso que se concilie el derecho a la asistencia sanitaria y el derecho a la justicia garantizando una distribución equitativa de los servicios de salud y los recursos financieros, de conformidad con los principios de solidaridad y subsidiariedad”.

El Papa se muestra contento de que el Dicasterio esté tomando medidas concretas para hacer realidad estos proyectos de la iglesia, a través por ejemplo de una plataforma operativa para compartir información y cooperar entre las distintas instituciones católicas de atención a la salud de diferentes marcos sociales y geográficos.

Crear conciencia

Además, el Papa ha animado a los trabajadores del sector a dar ejemplo en su trabajo de forma que la igualdad se convierta en una realidad “Los trabajadores de la salud y sus asociaciones profesionales en particular están comprometidos a crear conciencia entre las instituciones, las agencias de bienestar y la industria de la salud en general, para garantizar que cada individuo se beneficie del derecho a la salud”.

Sin embargo, Francisco ha reconocido que las soluciones temporales no sirven si no se busca una definitiva: “Mientras los problemas de los pobres no se resuelvan radicalmente rechazando la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera y atacando las causas estructurales de la desigualdad, no será posible encontrar soluciones para los problemas del mundo. La desigualdad es el auténtico problema”, sentencia.

El Buen Samaritano

El Pontífice ha hecho hincapié en la importancia de “acompañar, escuchar y apoyar a los enfermos, no sólo tratar de curarles”. Para ello ha puesto el ejemplo de la parábola del Buen Samaritano “Primero, el samaritano “ve”. Se da cuenta y “se emociona” al ver a una persona dejada desnuda y herida en el camino. Esta compasión es mucho más que simple compasión o pesar; muestra una voluntad de involucrarse personalmente en la situación del otro” El Papa recomienda esta actitud siempre para acompañar a los enfermos.

Finalmente ha pedido a los asistentes que forman parte de grandes compañías farmacéuticas que busquen un punto medio entre el enriquecimiento de sus empresas y la compasión por las personas que no pueden pagar ciertos medicamentos que necesitan.

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