“Es muy difícil afrontar la responsabilidad de encontrar un acuerdo para lograr un pacto educativo. Siempre da la sensación de que algo o alguien se ha quedado fuera, porque no lo has podido escuchar o no lo has tenido en cuenta”. Con estas palabras, la presidenta de la Comisión de Educación del Congreso de los Diputados, Teófila Martinez, ponía en valor la campaña para comprometer a maestros y familias a trabajar juntos presentada en la Cámara Baja hoy martes 7 de noviembre por la Fundación SM y Gestionando Hijos.
En el día en el que arranca el trabajo de la Comisión, después de haber escuchado a más de 79 especialistas en materia educativa durante el pasado curso parlamentario, Martínez reivindicó que “sin retener en cuenta el binomio en las relaciones entre padres y profesores, es muy difícil buscar lo mejor para nuestros jóvenes”.
Pedagogía de la confianza
Precisamente desde esta premisa nace una iniciativa promovida por la Fundación SM y Gestionando Hijos bajo el paraguas de lo que se ha venido en llamar Pacto por la Educación en Equipo, que defiende la urgencia de fomentar una “pedagogía de la confianza” entre familias y escuelas. Y lo hace a través de un manifiesto con 22 puntos, donde padres y madres se comprometen, entre otras cosas, a “no criticar a los profesores delante de los hijos” o a “no usar los grupos de Whatsapp de padres para cuestionar decisiones y fomentar el desencuentro”. En esta misma línea se plantean otras ideas como una participación activa en la escuela, no hacer los deberes a sus hijos…
Por su parte, el manifiesto invita a los profesores a fomentar el diálogo, a abordar la diversidad del aula, erradicar el acoso escolar o tender puentes con las familias. “Coordinaré con el equipo docente la carga de deberes que mis alumnos llevan a casa para que puedan conciliar su vida escolar con la vida familiar y personal”, señala otro de los puntos.
Un manifiesto con rostro
Para dar a conocer esta iniciativa, la Fundación SM y Gestionando Hijos han elaborado un vídeo en el que personalidades como Anne Igartiburu, Juan Ramón Lucas, Gemma Nierga y Gloria Serra, entre otros, leen una frase del manifiesto.
“La relación entre padres, profesiones y alumnos no solo es una cuestión de hoy o de lo que ocurre dentro de la escuela, sino un tema de futuro”, aseguró el presidente de la Fundación SM, Javier Palop, que reclamó un mayor “reconocimiento afectivo y efectivo” entre la misión de los padres y del profesorado. “Por eso no se trata de exponer un manifiesto de deseos y voluntad, sino de acciones concretas”, advirtió Palop.
El director de Gestionando Hijos, Leo Farache, subrayó cómo el manifiesto busca “el contagio” de estos puntos de “sentido común que yo mismo he comenzado a aplicar en mi vida diaria”. “Está en juego que la maquinaria tan complicada de la educación funcione mejor, que el acto educativo se practique con más inteligencia cotidiana”, añadió.
Por su parte, Laura Baena, fundadora del Club Malasmadres, destacó que la educación “es una responsabilidad compartida para promover unos valores y fomentar un verdadero cambio social”.
Debilidades y fortalezas
Cerró el turno de intervenciones Roberto Busquiel, profesor y coordinador del proyecto MIAC (Maestros Innovadores, Alumnos Competentes). “No olvidemos que en este pacto los importantes no somos nosotros sino los niños y las niñas”, expresó Busquiel que recordó un proverbio africano que recuerda que para educar a un menor “es necesaria la tribu entera”. “Busquemos y promovamos espacios de escucha y encuentro para poner en común nuestras debilidades y fortalezas”, reivindicó este maestro alicantino.
