Francisco superó hace unos días los 40 millones de seguidores en Twitter, un récord que se alcanza cuando la cuenta tuitera del Papa está a punto de cumplir su quinto aniversario, inaugurada durante el pontificado de Benedicto XVI el 8 de diciembre de 2012.
La Santa Sede se ha sumergido de lleno en la comunicación de los 140 caracteres, una inmersión en redes sociales que no ha pasado desapercibida para Juan Vicente Boo, corresponsal del diario ABC en Roma desde hace más de dos décadas.
El periodista gallego ha publicado ‘Papa Francisco. Píldoras para el alma. Sus mejores tuits’ (Espasa), que hace un repaso por 500 tuits del Papa seleccionados por materias en 32 capítulos: alegría, amor, coherencia, familia, fe, perdón, vida, trabajo… “Está dividido en temas en los que se ha empeñado en todo este tiempo, pensados para reflexionar, para rezar”, detalla el autor del libro.
Capacidad para comunicar
Si bien es cierto que el Papa no utiliza el móvil ni la tableta, y, por lo tanto, no se maneja con los códigos de las redes sociales, sí está al tanto de la influencia y el peso de internet en el día a día tanto de los cristianos, como para cualquier ciudadano de a pie no creyente. “Su capacidad para comunicar hace que sea sencillo expresar sus ideas en titulares o en tuits. No escribe los tuits, pero sí se los dicta al equipo y los supervisa al equipo de comunicación del Vaticano, por ejemplo, a la hora del desayuno”, asegura el vaticanista.
“Francisco arrastra a la gente, ha conseguido acaparar mucha más atención de los medios que Juan Pablo II, a pesar de que ahora hay una mayor competencia de otros temas y líderes”, confiesa Boo, que lo justifica por la personalidad atrayente y la coherencia de Jorge Mario Bergoglio.
“El Papa recibe mucho feedback de todo lo que hace y dice”, explica Boo, sabedor de que Jorge Mario Bergoglio está al tanto de cómo valora la opinión pública sus movimientos. “Sin embargo, he podido comprobar cómo el Papa tiene miedo a la vanidad”, sentencia Boo, que lo comprobó durante un vuelo: “Le presenté mi anterior libro ‘El Papa de la alegría’ y él rápidamente intervino: ‘Me gustaría serlo, pero para eso hacen falta muchas cosas. Rece por mí’”, le confesó a Boo. El periodista tiene previsto entregarle ‘Píldoras para el alma’ durante el inminente viaje de Francisco a Birmania y Bangladesh, el próximo 27 de noviembre.
