Los obispos brasileños repudian la “falta de ética que se instaló y continúa instalada” en las instituciones

  • El Consejo Permanente de la CNBB se pronuncia ante el actual momento político de Brasil
  • “El divorcio entre el mundo político y la sociedad brasileña es grave”, denuncian los obispos

protestas manifestantes en Brasil contra el presidente Michel Temer acusado de corrupción octubre 2017

La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) ha manifestado, una vez más, su indignación y aprensión frente a la “grave realidad político-social” que vive el país, “afectando tanto a la población como a las instituciones brasileñas”.

Así lo hizo saber la institución a través de una nota oficial presentada el 26 de octubre en una rueda de prensa al concluir la reunión del Consejo Permanente, desarrollada en Brasilia desde el pasado martes 24.

Las declaraciones de la CNBB coinciden con la semana en la que la mayoría de los parlamentarios brasileños rechazaron, por segunda vez, las denuncias de corrupción presentadas contra el presidente Michel Temer, acusado de delitos de obstrucción a la justicia y asociación ilícita.

Actividad política desacreditada

“Repudiamos la falta de ética que, hace décadas, se instaló y continúa instalada en instituciones públicas, empresas, grupos sociales y en la actuación de innumerables políticos que, traicionando la misión para la que fueron elegidos, han desacreditado la actividad política”, expresan los obispos en el comunicado.

Particularmente, la CNBB se muestra preocupada por la flexibilidad de las enmiendas parlamentarias, por parte del Gobierno, calificándolas como “una afronta” al pueblo brasileño: “El retiro de recursos indispensables para la salud, la educación, los programas sociales consolidados, el Sistema Único de Asistencia Social (SUAS), el Programa de Cisternas en el Nordeste, profundiza el drama de la pobreza de millones de personas”, denuncian los líderes de la iglesia católica.

Divorcio entre la política y la sociedad brasileña

De igual forma, el Consejo Permanente de la CNBB considera que “el divorcio entre el mundo político y la sociedad brasileña es grave”, y tiene su origen en las “prácticas políticas que comprometen la búsqueda del bien común, privilegiando intereses particulares”.

Frente al incremento de “la apatía, el desencanto y el desinterés por la política”, en la población brasileña, “incluso en los movimientos sociales”, al punto que los ciudadanos “parecen no creer en la fuerza transformadora y renovadora del voto”, los obispos alertan sobre el peligro que representa acabar con la esperanza de un pueblo:

“Urge estar atentos, pues situaciones como estas abren espacio a salvadores de la patria, radicalismos y fundamentalismos que aumentan la crisis y el sufrimiento, especialmente de los más pobres, además de amenazar la democracia del país”.

Purificar la política

Con todo, los obispos consideran que “es necesario vencer la tentación al desánimo”, pues “solo una reacción del pueblo, consciente y organizado, en el ejercicio de su ciudadanía, es capaz de purificar la política, desterrando de su medio a aquellos que siguen el camino de la corrupción y del desprecio por el bien común”.

En este sentido, la CNBB incentiva a la población “a ser protagonista de los cambios que Brasil necesita, manifestándose, de forma pacífica, siempre que sus derechos y conquistas sean amenazadas”.

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