A sus 79 años, Leonardo Boff mantiene el talante profético que lo ha caracterizado como uno de los mayores exponentes de la teología de la liberación en América Latina. “Sin justicia social no hay teología de la liberación”, dijo ante un auditorio de 140 personas que desde ayer el domingo 8 de octubre hasta hoy martes 10 participan en la III Jornada Teológica promovida por Amerindia México, con el propósito de “escudriñar los senderos de la teología liberadora en un México que vive violencia e incertidumbre, para trazar rutas de esperanza”.
“Desigualdad significa, políticamente, injusticia social”, subrayó el teólogo brasileño, recordando que este es un tema recurrente del magisterio del papa Francisco, particularmente en su encíclica Laudato si’, que “se sitúa en la línea más avanzada del discurso ecológico” y, además, “no es una encíclica escrita para solamente cristianos, sino para toda la humanidad”.
“Nunca hemos dañado tanto a la Madre Tierra”
Su conferencia inaugural, en torno a “un planeta violentado y una espiritualidad desde los pequeños”, estuvo salpicada de referencias a la encíclica de Francisco sobre el ‘cuidado de la casa común’ y su apuesta por una ecología integral, que no desconoce las advertencias de los científicos frente al colapso ecológico mundial. “Estamos llamados a ecologizar todos los saberes para salvar la Tierra, permanentemente violentada, que pone en riesgo la continuidad de la vida”.
“Nunca, en los últimos 300 años, hemos maltratado y dañado tanto a la Madre Tierra como ahora”, aseveró Boff, citando datos y realidades que afectan la vida del continente, como el calentamiento global y el incremento de inundaciones y otros fenómenos devastadores.
“Hay una parte de Brasil habitada por 30 millones de personas donde hace 6 años no cae una gota de agua”, dijo, añadiendo, a renglón seguido que “se hace necesario un verdadero planteo ecológico, un planteo integral, que nos permita escuchar tanto el grito de la Tierra como el grito de los pobres”.
“El tema del pobre es la esencia del Evangelio”
Al evocar la opción por los pobres defendida por los teólogos de la liberación, Boff destacó que “el papa Francisco siempre habla de los pobres, es la opción de Jesús y la del cristianismo, especialmente la hemos asumido en América Latina con las conferencias de Medellín, Puebla… hasta la última conferencia de Aparecida”.
En este sentido, el testimonio de Hélder Câmara, “quien abandonó su palacio episcopal y se aproximó a los pobres para darles a entender que Dios estaba con ellos”, es altamente revelador del lugar que el pobre ocupa en la Iglesia: “El tema del pobre es la esencia del Evangelio, no es algo marginal”, ha matizado Boff, sin dejar de mencionar que “son ellos quienes más padecen las consecuencias de la devastación ecológica”: “Los recursos de la Tierra son finitos, escasos y gran parte de ellos no son renovables. Por eso, no podemos seguir adelante con un proyecto así. Un planeta finito no soporta un proyecto infinito. Necesitaríamos cuatro Tierras para sobrevivir y no las tenemos”.
‘Teología de la piel’
Recuperar la esencia del cuidado de la creación y y rescatar el valor de la ‘cordialidad’ permitirá desarrollar “una ‘teología de la piel’ para tocar a los pobres, descubrir su humanidad, sentir en su piel a la humanidad, sentirlos hermanos”, concluyó el teólogo brasileño.
La conferencia de Boff marcó el inicio de la III Jornada Teológica que concluye hoy martes y cuenta con la presencia de otros destacados teólogos del continente: Agenor Brigenthi (Brasil), Sofía Chipana (Bolivia), Pedro Trigo (Venezuela), María José Caram (Argentina), Geraldina Céspedes (República Dominicana), Carmen Margarita Fagot (Puerto Rico) y Francisco Bosch (Argentina). También se encuentra Juan José Tamayo, de España, quien disertará sobre la dialéctica paz y violencia.
