Iglesia y sociedad civil, unidas para prevenir los abusos de menores en la Red

  • El Vaticano y el Centro para la Protección de Menores (CCP) de la Pontificia Universidad Gregoriana reflexionan sobre los abusos de menores en el mundo digital
  • El cardenal Pietro Parolin reclama que se continúe trabajando para “curar heridas, restaurar la justicia, prevenir delitos y formar a los educadores y a las personas que tratan con menores”

Durante tres días, del 3 al 6 de octubre, el Centro para la Protección de Menores (CCP) de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma está dedicando su congreso internacional a ‘La dignidad del menor en el mundo digital’, sobre al abuso de niños a través de Internet. Los participantes se reunirán con el Papa mañana viernes y le entregarán al Papa las conclusiones, en forma de ‘Declaración sobre la dignidad del menor en el mundo digital’.

Más de 140 representantes del mundo académico, económico, político, tecnológico o religioso han reflexionado sobre los más de 800 millones de jóvenes que, se calcula, están expuestos a formas completamente nuevas de abuso a través de la provocación en internet (‘trolling’), el ciberacoso (‘cyberbullying’), el chantaje sexual (‘sextortion’) o el ciberengaño pederasta (‘grooming’). Además, según la Unión Europea, uno de cada cinco jóvenes sufrieron abusos sexuales.

Los abusos a menores, “un sacrilegio”

Este Congreso, en el que han estado presentes representantes de los grandes gigantes informáticos como Facebook, Microsoft o Google, ha contado con la presencia del secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, mostrando el espaldarazo del Vaticano a este organismo universitario de investigación y prevención de los abusos.

En su intervención, Parolin se mostró rotundo, señalando que “despreciar la infancia y abusar de los niños no es para los cristianos solo un delito, sino, como ha afirmado el papa Francisco, un sacrilegio, una profanación de lo que es sagrado, de la presencia de Dios en cada ser humano”.

El cardenal reconoció que “el abuso sexual a menores es un fenómeno inmensamente vasto y generalizado” y, admitió que, “en las últimas décadas, esta dramática realidad ha aparecido en la Iglesia católica y han surgido hechos muy graves”. Pero, a la vez, señaló, que en los últimos años “se ha ido tomando conciencia progresivamente del daño sufrido por las víctimas” y se está trabajando “en muchas direcciones diferentes, con una amplia gama de intervenciones que deben ser implementadas para curar heridas, restaurar la justicia, prevenir delitos y formar a los educadores y a las personas que tratan con menores”.

En este sentido, puso de manifiesto “el esfuerzo que ha puesto en marcha la Iglesia” y “debe continuar, ampliarse y profundizarse, con claridad y firmeza, para que la dignidad y los derechos de los menores sean protegidos y defendidos con mayor atención y eficacia”, señaló.

Respecto a los abusos que se dan gracias a los canales digitales, lamentó que “la horrible realidad del abuso sexual está prácticamente siempre presente, como aspecto común y consecuencia de una violencia multiforme y difusa, olvidada de cualquier respeto”, por ello ha tendido la mano a todos los representados en el congreso –gobiernos, empresas, sociedad civil– para “combatir eficazmente en la batalla para la protección de los menores”.

La clave, la prevención

El congreso ha contado con “expertos de ámbito global y autoridades para discutir los peligros y los retos de la era digital y el impacto que provocan sobre la dignidad de los menores”, según los organizadores.

Para el jesuita Hans Zollner, presidente del CCP, ha sido “una oportunidad extraordinaria para el intercambio de información y de buenas prácticas sobre los peligros y la prevención en el nuevo mundo digital donde navegan constantemente los menores”. Y para el profesor Ernesto Caffo, coordinador científico del Congreso, se ha logrado la finalidad, “ampliar considerablemente el conocimiento de estos complejos temas y generar un verdadero diálogo global”.

Para la baronesa Pauline Shields, subsecretaria del Gobierno británico para la seguridad en la red, “nuestra sociedad, cada vez más interconectada, ofrece grandes posibilidades a los menores, pero les expone también a grandes peligros que comprometen su seguridad y su bienestar”. Por ello ha pedido, en este congreso “reunir en una gran coalición a gobiernos, líderes religiosos, expertos del mundo académico y de los negocios, con el compromiso común de proteger la dignidad de los menores en esta era digital”.

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