Obispo mexicano pide abrir mente y corazón a los aportes de las ‘teologías indias’

  • Felipe Arizmendi considera que la Iglesia y la teología no son de una sola cultura, sino que hay muchas formas de expresar y de vivir la auténtica fe católica

Del 18 al 23 de septiembre, convocados por el Departamento de Cultura y Educación del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos se reunieron en Asunción, Paraguay, para llevar a cabo el VI Simposio de Teología India, con el tema: “Trinidad, Familia y Pueblos Originarios”. El objetivo fue proseguir el camino de profundización de los contenidos doctrinales de la Teología India, para avanzar en su clarificación a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia.

En este simposio participó monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, estado que goza de la mayor diversidad étnica en el país, entre Tzeltales, Tzotziles, Lacandones, Choles, Tojolabales, Zoques, Mames, Mochos, Cakchiqueles, Chujes, Kanjobales y Jacaltecos, y donde además todavía sobreviven 12 lenguas autóctonas.

Desconfianza          

Para el Obispo de Chiapas, la ‘Teología India’ aún pasa por desconfianzas, “como si no fuera tan católica, porque su método no es tan académico, con formulaciones doctrinales precisas, sino que es más simbólico, a base de mitos, ritos, sueños, tradiciones, costumbres, y la misma relación con la creación. Es narrativo, cósmico y celebrativo”.

A través de un texto difundido este miércoles, monseñor Felipe Arizmendi recordó lo que ocurrió en Aparecida, en 2007, en torno a este asunto. En el segundo borrador del documento -explicó- aparecía el término de ‘Teología India’, pero en el tercer borrador, desapareció. Preguntaron entonces a la comisión redactora, que encabezaba el entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio, por qué se había eliminado, y se informó que había sido por petición explícita del entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Continúa: “Llevamos entonces la discusión al pleno de la asamblea. El Prefecto hizo ver las reservas sobre el término, y se pasó a la votación: de 122 obispos con derecho a voto presentes en ese momento, 59 pidieron que se incluyera el término en el documento final, y 63 que no, de tal forma que no se obtuvo la mayoría de dos tercios, y no pasó la propuesta”.

El obispo considera que pese a ello, el gran número de votos a favor dejó ver que poco a poco el término de ‘Teología India’ había ido logrando aceptación.

Un largo camino

Arizmendi precisa que la reflexión en torno a esta teología inició en 1997, en Bogotá, Colombia, con la realización del I Simposio, dedicado a desbrozar qué es la ‘Teología India’, y el segundo, en 2002, en Riobamba, Ecuador, se centró en lo mismo. Pero a partir del III, en Guatemala, en 2006, los participantes se abocaron a temas fundamentales de la fe católica: Jesucristo y los pueblos indígenas. El IV, en Lima, Perú, en 2011, se dedicó a la Creación en la Biblia y en los mitos indígenas. El V, en San Cristóbal de las Casas, en 2014, a la Revelación.

Ahora –continúa– en Paraguay, abordamos el tema de la Trinidad, con estos objetivos específicos: “Profundizar en la fe católica sobre el misterio de la Trinidad y sus diversas expresiones culturales a lo largo de la historia. Conocer, compartir y dialogar sobre el modo como viven los pueblos originarios el misterio de la Trinidad y la familia. Ofrecer elementos teológicos para acompañar pastoralmente a las familias originarias en los procesos de cambio que están viviendo. Compartir y celebrar la fe trinitaria entre los participantes con expresiones propias de las familias originarias”.

La Trinidad y la familia

Explica el Obispo que durante esta última reunión no se reflexionó sobre el misterio de la Santísima Trinidad en abstracto, sino con su reflejo en la familia, con sus sombras y sus luces, “pues nos preocupa la nueva realidad por la que están pasando las diferentes formas de familia entre nosotros”.

Y entre las conclusiones –señala– destacó el hecho de que los pueblos originarios viven y expresan el misterio de la Trinidad con sus propias categorías, lo cual representa un aporte valioso para la teología. Además, no tienen formulaciones doctrinales trinitarias propias, sino vivencias de este misterio, entre otras.

En este contexto, quedó claro que “el Espíritu está presente como fuerza vital en la vida y en las expresiones de los pueblos originarios, y así, la vivencia de la Trinidad asume diversas acentuaciones: unos resaltan más al Padre, otros más al Hijo, y otros más al Espíritu Santo. Algo semejante sucede en otras espiritualidades”.

Finalmente, monseñor Arizmendi consideró que la Iglesia y la teología no son de una sola cultura, sino que hay muchas formas de expresar y de vivir la auténtica fe católica. “Tengamos apertura de mente y de corazón para valorar los aportes de las teologías indias a la comprensión y vivencia del misterio cristiano”, concluyó.

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