Malestar en el episcopado catalán con los curas que firmaron la declaración a favor del referéndum

  • “Es una extralimitación de nuestra función, pues no tenemos competencia para saber si el referéndum se puede hacer o no”, afirma un obispo catalán
  • “Ningún obispo ni sacerdote puede hacer valer su condición para apoyar una de las dos opciones ante su comunidad”, añade

Con “malestar y disgusto”. Así han acogido algunos obispos catalanes la declaración a favor del referéndum soberanista del 1-0 firmado por cerca de 400 sacerdotes, religiosos y diáconos, y que ha hecho saltar por los aires la política consensuada mayoritariamente por la Conferencia Episcopal Tarraconense de no confrontación y a favor de “una cultura del diálogo” manifestada en sus últimas notas oficiales.

Fuentes episcopales consultadas por Vida Nueva estiman que este pronunciamiento –que también han remitido al papa Francisco y que ha motivado una nota verbal de protesta del Gobierno de Mariano Rajoy ante la Santa Sede– “es una extralimitación de nuestra misión, porque es una cuestión autónoma desde el punto de vista del discernimiento político, sobre la cual no tenemos ni autoridad ni competencia para saber si el referéndum es legal o no, si se debe hacer o no”.

Según la misma fuente, “un sacerdote, como ciudadano, puede pensar lo que quiera, siempre que respete lo principios morales, pero no puede hacer valer su condición de sacerdote –u obispo o diácono– para definirse ante la comunidad, para apoyar una de las dos opciones delante de su comunidad”.

“El Código de Derecho Canónico no tiene competencia”

En contra de lo que sostiene la nota verbal de protesta del Gobierno ante la Santa Sede de que este pronunciamiento vulnera el espíritu del Código de Derecho Canónico, especialistas consultados por Vida Nueva aseguran que esta fuente normativa no tiene competencia para sancionar a los firmantes, “porque no se trata de un tema eclesiástico el que abordan, sino que afecta a la libertad de expresión”.

“Como mucho –añade la misma fuente–, el obispo le puede llamar la atención a ese sacerdote o retirarle los cargos que le haya encomendado, a modo de medidas disciplinarias por haber roto la comunión. Por eso, muchos de los que están en activo se han cuidado de no firmar esa declaración. Pero al no afectar a la moral ni a la doctrina cristiana, el Código de Derecho Canónico no entra ahí. Lo que firman esos sacerdotes es opinable”.

“Lo que se juegan es la credibilidad”

“No creo que haya que llegar ni mucho menos hasta el Código de Derecho Canónico”, sostiene uno de los obispos catalanes consultados. “Lo que esos sacerdotes se han jugado con su adhesión es la credibilidad ante su propia comunidad cristiana, que es lo más importante. Ahora, cualquier laico podrá decirle que disiente y el sacerdote no podrá replicarle que habrá de optar por lo que él dice”.

Lo que sí ha hecho este prelado es escribirles una carta a cada uno de los sacerdotes de su diócesis que han secundado la declaración pro referéndum. “Es una carta privada, que ni he hecho pública, ni la haré”, en donde este pastor muestra su disgusto por una acción que, aunque los firmantes justifican “movidos por valores evangélicos y humanísticos” y “en sintonía con nuestros obispos”, ha dejado mal parada la comunión eclesial.

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