“Unificación espiritual”: las religiones se unen para crear una red mundial para prevenir conflictos

  • El encuentro ‘Caminos de Paz’ de Sant’Egidio concluye con un manifiesto en el que denuncia que “la globalización ha logrado unir economía, pero no los corazones”
  • “La guerra nunca es santa y quien mata en nombre de Dios no tiene nacionalidad ni entre las religiones ni entre los hombres”, sentencian los líderes religiosos

Comunidad de SantEgidio encuentro anual Caminos de Paz Alemania septiembre 2017

La comunidad de Sant’Egidio ha cerrado ‘Caminos de Paz’, su encuentro anual –en Alemania, entre las ciudades de Münster y Osnabrück–, donde católicos, protestantes, musulmanes, judíos, hinduistas y budistas han compartido tres intensas jornadas en las que han denunciado el riesgo de que las confesiones sean manipuladas para “incendiar el mundo”.

Frente a ello, todas las religiones se han sumado a un manifiesto en el que no solo reclaman con urgencia abrir nuevos “caminos de paz”, sino que además se comprometen a ser “más audaces”, proponiendo crear una red de prevención de conflictos que definen como “unificación espiritual”: “Queremos mirar más allá de nuestros horizontes y construir un nuevo movimiento de diálogo”.

El documento, firmado el 12 de septiembre por los líderes religiosos y entregado de manera simbólica a un grupo de niños de todos los continentes, explica que “el mundo tiene necesidad de paz como de pan”, y lamenta de que “la globalización ha logrado unir economía, pero no los corazones: es necesario vivir y construir una unificación espiritual, respetando la diversidad, a través de un diálogo constante, y sin aislar nunca a nadie”.

Un “no” convencido al terrorismo

En el texto final se subraya, además, cómo para lograr la paz “es necesario vencer el miedo y los prejuicios, nos lo piden los humildes y los pobres de la tierra. Lo reclaman las víctimas de la violencia sin piedad. El nuestro es un no convencido al terrorismo, que los últimos meses ha herido demasiadas tierras y ha asesinado a demasiados inocentes, en el norte y en el sur del mundo”.

Esta contundente condena de la violencia en nombre de la fe se intensifica en el manifiesto al señalar que “sabemos que la guerra nunca es santa y que quien mata en nombre de Dios no tiene nacionalidad ni entre las religiones ni entre los hombres”

“Podemos hacer más de lo que imaginamos”

“Nosotros, creyentes – así termina el documento– podemos hacer mucho más de lo que imaginamos. Rezar, estar juntos, no podemos dejar que prevalezca la resignación”.

En esta línea se manifestó el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi, en el acto final, al invitar a los asistentes a “no aceptar la indiferencia” frente al “dolor de los demás”.

“La paz debe ser siempre posible. Hay que buscarla siempre. ¡Será posible! Por eso las religiones encienden –como sucede hoy– la esperanza de paz: ayudan a los creyentes a librarse de la indiferencia y a ser artesanos de paz”, reclamó Riccardi que lanzó un grito ante los líderes religiosos: “¡No nos resignemos nunca a la guerra! ¡No nos resignemos nunca al dolor de los demás!”.

Por su parte el arzobispo armenio católico de Alepo, Boutros Marayati, hizo presente en el encuentro “el grito de mujeres, hombres y niños” de su ciudad, que esperan “una nueva vida en el perdón y en la reconciliación”.

Sant’Egido ha impulsado el encuentro, dentro de su empeño en contagiar el espíritu de Asís promovido por Juan Pablo II desde la ciudad italiana a favor de la paz. La edición de 2018 se celebrará en la ciudad italiana de Bolonia.

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