El Gobierno, dispuesto a mejorar la “modélica” Ley de Libertad Religiosa

  • El ministro de Justicia explica ante Podemos que la actual norma y el Ejecutivo protegen la “aconfesionalidad” y “neutralidad” del Estado
  • Rafael Catalá defiende las condecoraciones a las hermandades y cofradías por su labor social

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, en el Senado/EFE

España cuenta con un “sistema modélico de libertad religiosa”. Así lo manifestó en la tarde de ayer el ministro de Justicia, Rafael Catalá, ante una pregunta del senador Joan Comorera, del Grupo Unidos Podemos, en el que cuestionaba que el Gobierno garantizara la aconfesionalidad del Estado, tal como recoge el artículo 16.3 de la Constitución.

Para Catalá, la ley actual defiende “la neutralidad” del Estado y el Ejecutivo actual garantiza “adecuada y plenamente” la aconfesionalidad. Así, el ministro recordó que España ha ratificado “todos los convenios internacionales” que protegen el derecho fundamental del conciencia, pensamiento y religión.

En el debate parlamentario que se generó, Coromera refutó esa aconfesionalidad  y puso como ejemplo que los ministros juren ante un crucifijo, la presencia de servicios religiosos en las cárceles o el hecho de que en el Ministerio de Defensa ondee una bandera a media asta durante la Semana Santa,  que se condecore a una cofradía. Es más, llegó a afirmar que este tipo de hecho retrotrae, según él, a la “etapa franquista”.

“Las instituciones no tienen creencias, las personas pueden tenerlas o no, pero las instituciones no las tienen”, sentenció para reclamar una reforma de la ley de libertad religiosa para hacer más efectiva la separación Iglesia-Estado.

Trabajar los cambios

Ante esto, el titular de Justicia se mostró abierto a los cambios: “Cualquier reforma que ustedes consideren que es necesario llevar a cabo en nuestra Ley de Libertad Religiosa, que insisto es modelo para muchos países de nuestro entorno, nosotros estaremos encantados de trabajarla”. Eso sí, Catalá matizó que siempre tomaría como referente la actual norma, así como los artículos 16.3 y 9.2 de la Constitución.

Sobre los hechos concretos a los que se refería el senador de Podemos, el ministró recordó, en el caso de la toma de posesión de los ministros que “es la decisión individual de la persona la que hace que pueda haber un crucifijo o no”. Precisamente ha comentado que prohibirlo sería violentando la neutralidad. De la misma manera defendió los reconocimientos a las hermandades por su labor social y recordó que el Estado no solo mantiene acuerdos con la Iglesia sino con otras confesiones.

En una segunda intervención, el senador de Podemos se remitió al CIS para recordar el número de descensos de españoles que se confiesa católico. “Hay un porcentaje muy alto de ciudadanos que sí quieren ese sentimiento y es una obligación, un mandato a los poderes públicos crear y desarrollar políticas que permitan reconocer esas creencias y esos sentimientos en un contexto de aconfesionalidad, por su puesto”, le recordó Catalá después. “Ninguna confesión tiene carácter estatal”, añadió.

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