El Papa recuerda a los líderes religiosos su responsabilidad en la construcción de la paz

  • Hoy se clausura en Alemania el Encuentro internacional interreligioso “Caminos de paz”, convocado por Sant’Egidio
  • Francisco indica que “las religiones no pueden querer nada más que la paz” y que pide que “nunca nos debemos acostumbrar al mal”

Caminos de Paz 2017 organizado por Comunidad de SantEgidio septiembre 2017 Andrea Riccardi

Hoy martes 12 de septiembre por la tarde se clausura en Alemania el Encuentro internacional interreligioso “Caminos de paz”, en continuidad con el llamado “espíritu de Asís” y organizado por la Comunidad de Sant’Egidio.

La cita, celebrada en las ciudades de Münster y Osnabrück, situadas “en el corazón de Europa”, ha contado con las presencias de la canciller Angela Merkel, un grupo de jóvenes sirios o el gran imán egipcio Ahmed el-Tayeb de la Universidad de Al-Azhar.



La paz: actual y necesaria

También el papa Francisco se ha hecho presente, con un mensaje que se leyó en la inauguración del encuentro, el pasado domingo. En él, el Pontífice señala que el camino de la paz y el diálogo “es actual y necesario: conflictos, violencia difusa, terrorismo y guerras amenazan hoy a millones de personas, pisoteando la sacralidad de la vida humana y haciendo que muchos sean más frágiles y vulnerables”. Por ello ha pedido “abrir y construir nuevos caminos de paz”.

“Para hacer esto el primer paso es saber escuchar el dolor de los demás, hacerlo sin acostumbrarnos: nunca nos debemos acostumbrar al mal, nunca debemos ser indiferentes”, advierte el Papa en el texto. Y en otro momento añade: “No podemos y no debemos hacer es quedarnos indiferentes, para que las tragedias del odio caigan en el olvido y nos resignemos a la idea que el ser humano sea descartado y que se ponga por delante el poder y las ganancias”.

“La guerra nunca es santa”

Para el Papa, “las religiones no pueden querer nada más que la paz, trabajadores en la oración, dispuestos a inclinarse delante de las heridas de la vida y de los oprimidos de la historia, vigías en el contrastar la indiferencia y promover caminos de comunión”. Y esta es su aportación a los poderes políticos, “destinados a promover la paz para todos, hoy y en el futuro, las religiones son llamadas, particularmente con la oración y con el compromiso concreto, humilde y constructivo, a responder a esta sed, a identificar y abrir, junto con todos los hombres y las mujeres de buena voluntad, caminos de paz, sin cansarnos”, ante “la irracionabilidad de quien profana a Dios sembrando odio, delante del demonio de la guerra, de la locura del terrorismo, de la fuerza engañosa de las armas”.

Bergoglio señala que “hace falta coraje humilde, y perseverancia tenaz, y sobre todo hace falta rezar, porque –y lo creo firmemente– la oración está en la raíz de la paz. En cuanto líderes religiosos, tenemos, sobre todo en este momento histórico, también una responsabilidad particular: ser y vivir como gente de paz, que da testimonio y recuerda que Dios detesta la guerra, que la guerra nunca es santa, que nunca la violencia puede cometerse o justificarse en nombre de Dios. Somos llamados a desvelar las conciencias, a difundir la esperanza, a suscitar y apoyar a los trabajadores de paz”.

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