Cuenta atrás para tres religiosos belgas pro eutanasia

  • El Vaticano exige a un grupo hermanos de la Caridad que dejen de aplicarla en los quince centros psiquiátricos que gestionan en el país
  • El superior general de la orden denunció el problema a la Santa Sede: “El respeto a la vida debe ser absoluto”

Imagen de archivo de un hospital en Thailandia/EFE

La congregación de los Hermanos de la Caridad ha recibido la orden directa de la Congregación para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica para que deje de practicar la eutanasia en los quince centros psiquiátricos que el instituto tiene en Bélgica. Según ha informado Radio Vaticano, el comunicado responde al mandato del Papa Francisco.

En la carta enviada al instituto, el organismo vaticano recuerda que la eutanasia se opone a los principios fundamentales de la Iglesia católica y el plazo señalado para que se detenga dicha práctica es el mes de agosto de 2017. Los Hermanos de la Caridad  son un instituto religioso laical masculino de derecho pontificio, aprobado por el Vaticano en 1899. Fue fundado por el sacerdote belga José Triest y sigue la espiritualidad de san Vicente de Paúl.

Contrarios como institución

El Superior General, René Stockman, ha encabezado la firma de una declaración conjunta que deberán firmar los miembros de la Junta Directiva de Hermanos de la Caridad, entidad que dirige los centros.“Los Hermanos de la Caridad somos contrarios como institución a la eutanasia: el respeto a la vida debe ser absoluto”, explica Stockman, que asegura que el problema se limita a tres religiosos destinados en Bélgica que modificaron las normas de los centros el pasado mes de marzo para incluir la eutanasia. En Bélgica, la eutanasia es legal para niños y adultos desde 2014.

En ella, deberán dejar su rúbrica para explicitar que “apoyan plenamente la visión del magisterio de la Iglesia Católica, que siempre ha confirmado que la vida humana debe ser respetada y protegida en términos absolutos, desde el momento de la concepción hasta su fin natural”.

Fue el propio Stockman quien solicitó la intervención de la Santa Sede y ha advertido de sanciones a aquellos religiosos que se nieguen a firmar el documento, que podría llegar hasta la excomunión.

Noticias relacionadas
Compartir