Arturo Sosa: “El debate político es la única manera de detener la violencia en Venezuela”

  • El superior general de los jesuitas reivindica que el referéndum del 16 de julio es “la manifestación civil más importante de toda la historia de Venezuela”
  • “A pesar de todo, tengo una perspectiva optimista, aunque ignoro qué deparará el futuro”, asegura en una entrevista a L’Osservatore Romano

Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús -jesuitas-/EFE

“A pesar de todo, tengo una perspectiva optimista, aunque ignoro qué deparará el futuro”.  Con esta mirada esperanzadora, el superior general de la Compañía de Jesús, el venezolano Arturo Sosa, analiza la situación de su país.

“Obviamente, tengo una gran preocupación por la sucesión de noticias que llegan, como ya han expresado en repetidas ocasiones los obispos y los jesuitas de mi país, el Papa, el cardenal secretario de Estado y otras voces de la Santa Sede”, aclara el religioso al director de L’Osservatore Romano, Giovanni Maria Vian, en una entrevista con motivo de la festividad de San Ignacio de Loyola (31 de julio).

“Pero quiero hacer hincapié en un dato –subraya Sosa-: el referéndum del pasado 16 de julio fue la manifestación civil más importante de toda la historia de Venezuela, ya que fue respaldado por siete millones y medio de personas, o lo que es lo mismo, la mitad del electorado. La vía del debate político es la única manera de detener la violencia y hacer una verdadera política al servicio de las enormes necesidades del pueblo”.

La reconciliación como tarea

Por otra parte, nueve meses después de su elección como máximo responsable de los jesuitas, asegura vivir “con gran paz, con una gran cantidad de trabajo y con la necesidad de aprender cosas nuevas”. Desde este punto de partida, Sosa explica cómo la misión de la Compañía hoy para por “vivir tdos los días la reconciliación a tres niveles: con Dios, con los seres humanos y con el medio ambiente”.

Así, comenta que “solo la experiencia de Dios nos da la libertad interior que nos lleva a dirigir la mirada a los crucificados de este mundo, a comprender mejor las causas de la injusticia y a ayudar a desarrollar modelos alternativos a este sistema que genera pobreza, desigualdad, exclusión y amenaza la vida en el planeta”.

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