El cardenal Pell defiende su inocencia en una vista exprés de seis minutos

  • En un acto puramente administrativo en la Corte de Melbourne, el abogado del prefecto explicó que Pell se declara “no culpable” de las acusaciones de abusos
  • El juez cita a las partes para el 6 de octubre, aunque el fiscal tendrá listo su informe la semana que viene
  • El revuelo mediático generado ha obligado a que el purpurado fuera escoltado por cordón policial

El cardenal George Pell sale del juzgado de Melbourne (Australia) tras la vista preliminar del juicio por abusos sexuales/EFE

Seis minutos duró la vista preliminar del juicio por el que se acusa al cardenal George Pell de presuntos abusos sexuales. El prefecto de la Secretaría de Economía de la Santa Sede, de 76 años, acudió ante la Corte de la ciudad australiana de Melbourne hoy miércoles 26 de julio para participar en un acto puramente administrativo en el que tan siquiera ha tenido que declarar. En la sala 2 de los juzgados, el cardenal ha compartido espacio con las víctimas que le acusan de supuestos abusos sexuales.

El abogado de Pell, Robert Richter, ha tomado la palabra para explicar al tribunal que su cliente se declara no culpable de todos los cargos que se le imputan y ha defendido con vehemencia su inocencia. “Debo indicar que el cardenal Pell se declara no culpable de todos los cargos y mantendrá el derecho a la presunción de inocencia que tiene”, dijo literalmente Richter.

Documentación por entregar

Como respuesta, el juez Duncan Reynolds ha instado a la Policía a que entregue todas las pruebas a los abogados de Pell antes del 8 de septiembre y ha citado a las partes para el próximo 6 de octubre.  “Mi intención es entregar los informes mucho antes, posiblemente a finales de la semana que viene”, ha asegurado el fiscal Andrew Tinney.

El revuelo generado ante esta vista preliminar en Melbourne ha sido tal que antes de las cinco de la madrugada (hora local) ya se encontraban apostados los periodistas a las puertas del juzgado, cuando el cardenal Pell no acudió hasta las nueve de la mañana. El prefecto ha tenido que acceder al tribunal escoltado por un cordón policial ante una nube de reporteros, fotógrafos y cámaras –unos 200-, además de algunos ciudadanos que acudieron a protestar.

Noticias relacionadas
Compartir