Los abusos en el Próvolo siguen dando de qué hablar

El obispo Bochatey es designado comisario apostólico de la causa por abuso de menores que ya tiene sospechosos detenidos y que todavía sigue acumulando denuncias.

Estos días formó parte de la agenda de los medios de comunicación el reciente nombramiento del agustino Alberto Bochatey como comisario apostólico para investigar los casos de abuso en el Instituto Antonio Próvolo, tanto en su sede de La Plata (Buenos Aires) como en la de Mendoza. Mucho se especuló sobre estos casos. Tristemente, son unos casos más de abusos de menores (de entre tantos)  por parte de sacerdotes.

El agravante aquí es que los menores abusados eran sordomudos y, muchos de ellos, con severos trastornos mentales y cognitivos. Al momento están detenidos dos sacerdotes de la Compañía de María para la Educación de los Sordomudos: Nicolás Corradi, de 82 años, y Horacio Corbacho, de 55, ambos imputados por los delitos de “abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores”. También se encuentran bajo investigación de la justicia la religiosa japonesa Kosaka Kumiko y tres empleados del instituto: José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez. La causa ya cumplió seis meses y el escándalo parece acrecentarse porque en este tiempo se han seguido sumando denuncias.

Frente a esta vergonzosa situación, en diciembre del años pasado, el arzobispo de Mendoza, Carlos Franzini, y su obispo auxiliar, Dante Braida, aseguraron a la prensa que nunca fueron notificados “de antecedentes penales que pesaran sobre ninguno de los sacerdotes imputados”. También manifestaron no haber recibido “ni denuncias ni comentarios sobre irregularidades que hubieran sucedido en dicho Instituto”; de hecho, dejaron claro que “de haber tenido conocimiento hubiéramos actuado inmediatamente”.

Entre Mendoza y La Plata

Alberto Bochatey, osa

Frente a esta situación, Roma se expidió. La Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica nombró al obispo auxiliar de La Plata, Alberto Bochatey, comisario apostólico ad nutum Sancta Sedis para todas las comunidades y los sodales de la Compañía de María para la Educación de Sordomudos. El comunicado de la nunciatura apostólica que se dio a conocer este lunes subraya que este oficio de comisario implica la atribución a Bochatey de “todas las competencias que el derecho propio del Instituto y el derecho universal de la Iglesia Católica atribuye al gobierno del Instituto religioso en cuestión”.

Bochatey, de 62 años de edad, fue ordenado en 1981 como sacerdote para la Orden de San Agustín. Master en Bioética de la Facultad de Medicina y Cirugía Agostino Gemelli de la Pontificia Universidad Católica (Roma); licenciado en Teología Moral (especialidad en Bioética) de la Accademia Alfonsiana de la Pontificia Universidad Lateranense, y doctorado en la misma institución, ejerce el cargo de rector y prior del Collegio Internazionale Agostiniano Santa Monica de la capital italiana.

Además, es vicecanciller de la Universidad Católica de La Plata (UCALP), presidente del Instituto para el Matrimonio y la Familia en la Universidad Católica Argentina, y profesor de Teología Moral Especial en el Istituto Patristicum Augustinianum, en la Lateranense.

Hoy, Bochatey se enfrenta a una terrible situación que deberá investigar, profundizar e informar a Roma. De perfil dialoguista y con una imagen muy bueno en la UCALP, es una personas conocida por los mendocinos (ciudad en donde está uno de los institutos), por su desempeño como párroco de la parroquia San Agustín de esta ciudad (1989-1996); y un obispo aceptado por el clero platense. Seguramente todas estas características, sumado su carisma agustino, han sido determinantes para que Roma le haga este delicado encargo.

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