Agentes pastorales para el cuidado y la esperanza

Continúa el proceso formativo nacional de agentes para la construcción de espacios sanos y seguros para niños y jóvenes en la Iglesia chilena.

Durante cuatro días, 84 personas de 20 de las 26 diócesis de Chile participaron en Santiago en el curso organizado por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal de Chile (CECh) destinado a la formación para formadores que repliquen estos cursos en sus respectivas diócesis. Sus contenidos están orientados a capacitar en diversas áreas para favorecer ambientes sanos y seguros en los organismos de la Iglesia. De este modo se continúa aplicando las Líneas Guía Cuidado y Esperanza, presentadas por la CECh en mayo del 2015, en las que se señala que todos los miembros de la Iglesia deben recibir formación al menos básica en prevención. Para ello se indica que las diócesis dispondrán de capacitadores locales que serán formados en cursos ofrecidos por el Consejo Nacional. Hasta ahora ya han participado 140 personas de todo el país y este nuevo contingente fortalecerán las acciones que ellos realizan.

De este modo la Iglesia chilena viene haciendo frente a esta dolorosa situación en la que hay 31 sentencias ejecutoriadas condenatorias por delitos contra menores de edad cometidos por personas que eran clérigos al momento de cometerlos: 16 son del ámbito civil y 15 del canónico. De ellos, 18 son sacerdotes diocesanos, 12 religiosos y uno diácono permanente.

El presidente la Comisión, Alejandro Goic, obispo de Rancagua, expuso en el curso sobre los avances logrados y los desafíos que enfrenta la Iglesia en materia de prevención de abusos sexuales. Fue complementado por el sacerdote David Albornoz con los criterios de la justicia canónica y civil para estas situaciones. Las religiosas María Josefina Martínez y Marcela Saenz dirigieron talleres sobre el buen trato animando a aplicaciones prácticas en la experiencia pastoral de los participantes. También intervino el jesuita Larry Yévenes y un sicólogo de la Policía aportando recomendaciones prácticas sobre todo respecto a internet.

Participantes del curso en santiago organizado por el Consejo Nacional de Prevención de Abusos de la CECH.

Prácticas diocesanas

Las diócesis, por su parte, vienen realizando sus propios procesos formativos realizados por quienes han sido formados en los cursos nacionales. Es el caso de las jornadas que tuvieron lugar en la arquidiócesis de Puerto Montt, organizadas por la Vicaría de Educación y el Consejo nacional de Prevención de Abusos en las que se formó a 27 docentes de colegios católicos quienes, a su vez, replicarán esta formación en sus respectivos establecimientos. Otra jornada tuvo como participantes a 70 profesores de religión en la que también se entregó formación sobre prevención de abusos y creación de climas sanos y seguros.

Jornada de capacitación en Puerto Montt.

Pocas semanas se había realizado la V Jornada Nacional con 60 participantes de todo el país quienes evaluaron el trabajo realizado el último año y proyectaron nuevas líneas de acción. La hermana Verónica Santillán, Esclava del Corazón de Jesús, que actualmente trabaja en la diócesis de Copiapó y delegada de su diócesis, refiriéndose a las actividades realizadas, valoró que “nos han llevado a ser una Iglesia más transparente. Creo que podemos reflejar más lo que el Señor quería para nosotros”. Enfatizó “la disponibilidad, el compromiso, la convicción de quienes lideran estos procesos de formación, para que los cambios cualitativos puedan darse, empezando por la figura del obispo”.

Juan Ignacio González, obispo de San Bernardo, es miembro permanente del Consejo y en esa calidad expresó que el corazón de este problema es “poder curar a las víctimas de abusos de menores”. “Lo más importante que ha ocurrido en estos años, agregó, es una toma de conciencia de esta dramática realidad”.

 

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