Francisco al G-20: “Hay que dar la prioridad absoluta a los pobres”

  • Los líderes políticos están reunidos en Hamburgo para ‘Dar forma a un mundo interconectado’
  • Ante el panorama de conflictos actuales del mundo, Francisco recuerda que “la unidad prevalece sobre el conflicto”

líderes políticos cumbre G-20 Hamburgo julio 2017

El papa Francisco ha enviado un mensaje a los líderes del G-20, que se reúnen hoy 7 de julio y mañana en la ciudad alemana de Hamburgo bajo el tema ‘Dar forma a un mundo interconectado’. Este texto, señala el Papa, lo envía tras el encuentro en el Vaticano con la canciller Angela Merkel y respondiendo a su invitación a mantener una tradición iniciada en 2009 por Benedicto XVI.

El mensaje comienza con un agradecimiento a los “esfuerzos” que los líderes hacen para asegurar la “gobernabilidad y la estabilidad de la economía mundial”, tareas que son “inseparables de la atención dedicada a los conflictos activos y al problema mundial de las migraciones”, recuerda el Papa.

“Hay que dar la prioridad absoluta a los pobres”

Francisco recuerda los principios que ha desarrollado en la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’ para “construir una sociedad fraterna, justa y pacífica”. El primero es que “el tiempo es superior al espacio”, que el Papa relaciona con el “drama de las migraciones, inseparable de la pobreza y exacerbado por las guerras”.

Frente a ello, propone el Pontífice, es posible “poner en práctica procesos que sean capaces de ofrecer soluciones progresivas y no traumáticas que lleven, en un tiempo relativamente breve, a una libre circulación y a la estabilidad de las personas que sean ventajosos para todos”.

“En los corazones y en las mentes de los gobernantes y en cada una de las fases de actuación de las medidas políticas hay que dar la prioridad absoluta a los pobres, a los refugiados, a los que sufren, a los desplazados y excluidos, con independencia de la nación, la raza, la religión o la cultura, y rechazar los conflictos armados”, apunta Bergoglio.

En este sentido, el Papa ha hecho un llamamiento a atender a la trágica situación del Sudán del Sur, la cuenca del lago Chad, el Cuerno de África y Yemen, “donde ya hay 30 millones de personas que no tienen comida y agua para sobrevivir”. “El compromiso para afrontar urgentemente estas situaciones y proporcionar apoyo inmediato a las poblaciones será un signo de la seriedad y la sinceridad del compromiso a medio plazo para reformar la economía mundial y una garantía de su desarrollo eficaz”, reclama el Papa.

Los líderes del diálogo

Ante el panorama de conflictos actuales del mundo, Francisco recuerda que “la unidad prevalece sobre el conflicto”. “La guerra no es jamás una solución”, sentencia Bergoglio, que recuerda que la finalidad del G-20 tiene que ser “lograr el desarrollo integral de todos”, como marca la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Por ello, pide “detener la actual carrera de armamentos” y que se renuncie a “implicarse directa o indirectamente en los conflictos”. Es una trágica contradicción y una incoherencia la aparente unidad en los foros comunes con temática económica o social y querida o aceptada persistencia de los conflictos bélicos”, lamenta.

Frente a la “ideología de la autonomía absoluta de los mercados y de la especulación financiera”, el Papa propone el principio de que “la realidad es más importante que la idea”. Frente a la sociedad del descarte y la exclusión, el Pontífice reza para que la reunión “esté iluminada por el ejemplo de los líderes europeos y mundiales que han privilegiado siempre el diálogo y la búsqueda de soluciones comunes como Schuman, De Gasperi, Adenauer, Monnet y tantos otros”.



También recuerda el Papa al G-20 que “el todo es superior a las partes”, ya que este reducido número de países representa el 90% de la producción mundial de bienes y servicios, algo que “debe llevar a los representantes a una profunda reflexión”, ya que aunque los demás representen al 10%, solo en conjunto habrá una “mayor potencialidad para contribuir al progreso de todos”.

Francisco les pide, por último, que pongan “todo los esfuerzos de la comunidad internacional para activar una nueva era del desarrollo innovativa, interconectada, sostenible, respetuosa con el medio ambiente y que incluya a todos los pueblos y todas las personas”, concluye.

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