Catequesis, de “destinatarios” a “interlocutores”.

Se viene el Encuentro Nacional de Evangelización y Catequesis 2007, un ámbito de formación en el que los que los catequistas y agentes de pastoral que participan son los gestores de su propia formación.

En los próximos días la Iglesia argentina celebra un nuevo Encuentro Nacional de Evangelización y Catequesis (ENEC). Será el 14, el 15 y el 16 de julio en el Edificio San José de la Universidad Católica Argentina (Puerto Madero) y aún se encuentro abierta la inscripción a través de www.catequesiscea.org.ar.

Sobre este encuentro, que será guiado por el lema Felices los que creen, el secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral Bíblica de la Conferencia Episcopal Argentina, Fabián Esparafita, conversó con Vida Nueva y con el Canal Orbe 21.

PREGUNTA.- ¿Cuál es el objetivo de este nuevo ENEC?

   RESPUESTA.- Este ENEC tiene como objetivo ser un ámbito de formación en el que los que participan sean también gestores de su propia formación. El hecho de tener una oferta y que cada uno elija a qué taller acudir, es una manera de hacer responsable de su formación a cada uno de los participantes. Por otro lado, habrá tres conferencias, que serán propuestas comunes a todos los participantes para fortalecer ciertos aspectos de la formación. La primera será la de monseñor Luis Ladaria Ferrer, recientemente nombrado prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Con su charla, que será el viernes 14 a las 20, queremos profundizar desde aquella perspectiva de la encíclica Lumen Fidei, qué significa hoy transmitir la fe cristiana.

El sábado 15 a las 11 será la conferencia estará a cargo del padre Guillermo Acero Alvarín, director saliente del CEBITEPAL. Con él queremos fortalecer la perspectiva de la vinculación con la Palabra de Dios. La tarea evangelizadora nunca debería desentenderse de la Palabra de Dios, por eso creemos que este tema debe ser común a todos los participantes.

Finalmente, el domingo a las 11:45 será el turno del catequista e ilustrador español Patxi Velasco Fano. En esta ocasión pretendemos mostrar que la comunicación y el lenguaje tienen una gran pluralidad de expresiones. El lenguaje del canto, del arte, del dibujo tienen elementos en común que permiten integrarnos unos a otros en una misma aventura evangelizadora.

P.- ¿Cuál es la razón de ser del ENEC?

R.- Existe una necesidad en lo referido a la formación. Uno escucha este reclamo en cada encuentro que tenemos, sea de catequistas, de lacios, de sacerdotes. Todos reclamamos una actualización en la formación que nos permita estar a tono con la situación en que vivimos.

La propuesta del ENEC se ha convertido en una propuesta muy permeable porque ofrece una gran variedad, a tal punto de que el que se inscribe tiene cerca de 100 alternativas de formación. Desde cómo desarrollar un taller con títeres para la catequesis, a cómo animar a un grupo de jóvenes que está transitando el catecumenado, o qué dimensión tiene que tener la espiritualidad de un evangelizador que quiera vivir una fe callejera. Los talleres son elegidos por los participantes. Luego, las tres conferencias centrales –de las que ya hablé– y las tres celebraciones de cada día, son propuestas para todos los participantes.

P.- ¿Cómo ve la formación de los catequistas?

R.- Es imposible pensar que uno ya está formado. Habría que tener mucho cuidado de alguien que piense así. La vida muestra que siempre debemos profundizar la formación, debemos descubrir nuestras perspectivas con otros, salvo que queramos repetir siempre lo mismo.

P.- Antes, la catequesis era una cosa que ya estaba hecha, que había que aprenderla de memoria y después había que ponerla en obras…

R.- Básicamente, alguien podría decir que eso sigue siendo válido. Creo que la vida ordinaria es dinámica y no hay respuestas preformadas. La vida exige todos los días una respuesta nueva y diferente. No tengo que cambiar el contenido de la repuesta, lo que tengo que hacer es ser capaz de aprender a responder lo que otros me pregunta desde el contexto en el que me preguntan. En la formación, una de las perspectivas es conocer al hombre de hoy y otra es conocer los contenidos de la fe. Es muy difícil que un evangelizador pueda anunciar algo que no conoce, pero también tiene que descubrir a quién se dirige.

P.- ¿Qué pasa hoy con la catequesis de los chicos, niños y adolescentes?

R.- Cuando nosotros hablamos de los interlocutores, en el lenguaje también tratamos de ir corrigiendo ciertos matices. Por más que la exhortación Evangelii Nuntiandi hable de “destinatarios” de la catequesis o de la evangelización, nosotros tratamos de poner el foco en el concepto de “interlocutores”, porque el otro también interviene en su propia evangelización, no es simplemente receptor de una propuesta. Y cuando hablamos de los interlocutores decimos que son niños, jóvenes, adultos, con capacidades ordinarias y con capacidades especiales.

El espectro de diálogo no está cerrado en un área particular de la sociedad. Es cierto, la mayoría de nuestras comunidades cristianas se nutren de niños, por eso no podemos dejar de pensar en serio la catequesis de niños. Pero descuidar a los otros interlocutores es una irresponsabilidad. Lo que pretendemos desde los talleres, las charlas y las presentaciones del ENEC es mostrar que hay distintos interlocutores en la tarea evangelizadora que merecen nuestra atención especializada y cada uno de acuerdo a sus posibilidades.

P.- ¿Por qué “Felices los que creen”?

R.- El lema de este ENEC quiere hacer alusión al Directorio Catequístico Argentino, pero también al contexto de la Pascua. La propuesta de Jesús es “felices los que creen sin haber visto”, es decir, no es una propuesta de una felicidad estática, sino de una felicidad dinámica, que te invita a compartir y contagiar esa fe.

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