Corazón Norte, música y reflexiones por los migrantes

  • Bajo el título “Todos somos migrantes”, la agrupación musical ofrecerá un concierto para sensibilizar sobre el fenómeno migratorio en México, Centroamérica y Estados Unidos

“La Muna”, así le llaman a la cantautora colombo-americana Natalia Serna, quien se ha convertido en un ícono de la lucha en favor de los migrantes.

Su historia de solidaridad comenzó en el 2008, un año complicado en el tema de migración, con una escalada de redadas y deportaciones en los Estados Unidos. Recién graduada, e intrigada por el fenómeno migratorio que se estaba dando en ese país, se ofreció como voluntaria en el desierto de Sonora, del lado norteamericano, y posteriormente viajó a México en compañía de migrantes nicaragüenses, experiencia que la marcó de por vida.

Cinco años después, el destino la llevó a colaborar en la frontera norte de México en un proyecto de la Compañía de Jesús y en un comedor en Nogales administrado por unas religiosas. Fue ahí donde comenzó a escribir canciones sobre los problemas que sufren los migrantes y conoció a Félix y Balvino, hermanos guatemaltecos que en aquel entonces buscaban alcanzar el “sueño americano”.

Jamás imaginó que aquel providencial encuentro sería el principio de un gran proyecto musical: Corazón Norte, a través del cual hoy buscan tocar el corazón de la sociedad para hacerla consciente de las dificultades y peligros que sufren diariamente millones de hermanos en su intento de llegar a Norteamérica.

En entrevista para Vida Nueva Digital, “La Muna” explica que, tras ser deportados el año pasado, Félix y Balvino la contactaron y le propusieron dicho proyecto, por lo que viajó a Guatemala para trabajar en él.

Ha sido tal el éxito, que actualmente recorren diferentes ciudades de Estados Unidos y México compartiendo con su música historias de dolor, pero también de esperanza, de millones de personas que buscan vivir dignamente, aunque para ello tengan que arriesgar su vida.

Estar con el otro

Corazón Norte estará este sábado 1 de julio en la Ciudad de México compartiendo el concierto-reflexión “Todos somos migrantes”.

“Esperamos abrir el corazón de los asistentes a través de nuestra música, para que experimenten el estar con el otro; que sientan que acompañan a los migrantes y se enamoren de sus historias”.

“Lo que ofrecemos –dijo– es alimento para el alma. Yo creo que para Félix y Balvino, ver que otros se interesan por su historia y experiencias, es algo muy bueno. La idea es que no sólo sea un concierto, sino también un conversatorio en el que podamos charlar de estas experiencias”.

Explicó que el objetivo principal del concierto es motivar a la gente a tener un acercamiento sencillo con el otro. “Jesús nos enseña que para conocerlo, hay que conocer al otro. No tenemos que resolver los problemas del mundo, pues eso no está en nuestras manos, pero el acercarnos de manera sencilla al otro, cruzando las barreras físicas o socioeconómicas, así como inspirar a aquellos que jamás lo han hecho, es un gran avance”.

Historias que tocan el corazón

“La Muna” compartió una de tantas historias de migrantes que la han dejado impactada: “al estar en la frontera, conocí a un padre de cuatro hijos, originario de Guanajuato, que llevaba muchos años viviendo en Estados Unidos. Una mañana fue detenido por una patrulla, y al no presentar su número de seguridad social, lo detuvieron. El padre pedía solo una cosa a los agentes: que lo dejaran llamar a sus hijos para avisarles que no llegaría. Eso me rompió el corazón”.

De México le ha llamado la atención que es un país articulado en el cuidado a los migrantes. “Tiene calidad como de madre, en el sentido de que acoge. Si bien tiene el problema del narco, las policías federales y municipales, y muchos otros actores sociales haciendo daño a los migrantes, también hay una red grandísima de señoras de casa –no grandes organizaciones–, que les brindan ‘un taquito’, o vecinos y sacerdotes bien coordinados para ayudarlos”.

Finalmente confió en que el concierto-reflexión del próximo 1 de julio sea todo un éxito, y recordó que el donativo a este evento es voluntario, y hay cupo limitado.

El evento es organizado por la Fundación SM y PPC Editorial México, en las instalaciones de esta casa editorial, ubicadas en Av. Magdalena 211, Col. Del Valle Norte.

Reservaciones a los teléfonos 1087-8400 ext. 3438, 3301 y 3408 o al correo electrónico: alservicio@ppc-editorial.com.mx

Compartir