Francisco a Tawadros II: “Ortodoxos y católicos podemos hablar la lengua común de la caridad”

papa Francisco visita a Tawadros II, Patriarca de Alejandría de los Coptos, El Cairo viaje apostólico 28 abril 2017

Además del fuerte (y obvio) componente interreligioso que hay en la visita apostólica de Francisco a Egipto, el viaje está tintando de también evidentes trazos ecuménicos. Así se ha mostrado en el tercer y último gran encuentro de hoy viernes 28 de abril: el Papa ha realizado una visita de cortesía a Tawadros II, Patriarca de Alendría de los Coptos, y, en definitiva, líder de los cristianos ortodoxos coptos. Minoría sufriente en Egipto, con la que Francisco ha querido solidarizarse en esta visita. También ha participado Bartolomé I, Patriarca de Constantinopla.

Se habían visto por última vez el 10 de mayo de 2013, poco después del comienzo del pontificado de Francisco. Él mismo lo ha recordado, porque esa fecha es “la oportunidad para celebrar cada año la Jornada de Amistad copto-católica”.

Así, desde esta cordialidad, el Papa ha pronunciado un discurso fraternal, plagado de llamadas al camino y a la misión conjuntos, y con poco espacio para las excusas: “Delante del Señor, que quiere que seamos ‘perfectos en la unidad’, no es posible escondernos más detrás de los pretextos de divergencias interpretativas ni tampoco detrás de siglos de historia y de tradiciones que nos han convertido en extraños. (…) No solo existe un ecumenismo realizado con gestos, palabras y esfuerzo, sino también una comunión ya efectiva, que crece cada día en la relación viva con el Señor Jesús”, ha asegurado.

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“Caridad fraterna y comunión de misión”

Como signo tangible de esa comunión, el Papa ha recordado la necesidad de “testimoniar juntos [a Jesús], a llevar al mundo nuestra fe, sobre todo, como es proprio de la fe: viviéndola”.

“Coptos ortodoxos y católicos podemos hablar cada vez más esta lengua común de la caridad: antes de comenzar un proyecto para hacer el bien, sería hermoso preguntarnos si podemos hacerlo con nuestros hermanos y hermanas que comparten la fe en Jesús”. Y un poco más adelante, añadía: “Caridad fraterna y comunión de misión: estos son los mensajes que la Palabra divina y nuestros orígenes nos transmiten. Son las semillas evangélicas que con alegría seguimos cultivando y juntos, con la ayuda de Dios, procuramos que crezcan”.

Ecumenismo de sangre

En el reverso en la moneda, en la parte del discurso menos positiva, Francisco ha hablado del “ecumenismo de sangre”, de ese martirologio compartido que hace que “vuestros sufrimientos son también nuestros sufrimientos”.

“Con agua y sangre: viviendo una vida nueva en nuestro mismo Bautismo, una vida de amor, siempre y por todos, también a costa de derramar la sangre. (…) Esforcémonos en oponernos a la violencia predicando y sembrando el bien, haciendo crecer la concordia y manteniendo la unidad, rezando para que los muchos sacrificios abran el camino a un futuro de comunión plena entre nosotros y de paz para todos”, ha animado el Papa.

Celebración posterior

Después del intercambio de discursos –Tawadros II había hablado antes que Francisco– y de regalos, ambos procedieron a firmar una nueva Declaración conjunta y participaron, con sus respectivos séquitos y acompañantes, en una celebración litúrgica que terminaron rezando juntos, incluido un padrenuestro en árabe.

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