Hasta hace unos años, Cuernavaca –la ciudad de la Eterna Primavera– era una de las más atractivas para vivir en México; hoy, de acuerdo con el Índice de Paz en México, de las 76 ciudades más grandes del país, en el 2016 ésta se encontraba entre las tres con mayor número de delitos violentos.
Desde el 2013, el Obispo de Cuernavaca, Mons. Ramón Castro, ha denunciado públicamente la difícil realidad que se vive en la entidad: corrupción, impunidad, violencia, crimen organizado, etc., lo que le ha valido una persecución por parte del gobierno local.
El hecho más reciente ocurrió el pasado 12 de abril, cuando una casa parroquial del municipio de Jojutla, fue atacada a balazos con armas de alto calibre. Así lo denunció el Obispo al día siguiente a través de su cuenta de Twitter: “Anoche a las 22:45 balearon la casa cural en Jojutla. ¿Cómo podemos tomarlo? ¿Advertencia? ¿Aviso?”.
En el interior del domicilio se encontraban el párroco y el vicario de la iglesia de San Nicolás de Bari, del municipio de Zacatepec, quienes resultaron ilesos, aunque uno de ellos tuvo que tirarse al piso, pues se encontraba muy cerca del zaguán, donde impactaron los disparos que, de acuerdo con las autoridades, fueron siete.
El mismo Mons. Castro ha informado que en el municipio de Jojutla se han encontrado varias fosas clandestinas, en las cuales por lo menos se han hallado 56 cadáveres. Además, en este municipio continuamente se registran enfrentamientos entre miembros del crimen organizado, y los empresarios son obligados a pagar derechos de piso a cambio de ser respetados en su integridad.
Si bien hasta el momento las investigaciones no han arrojado ninguna conclusión en cuanto al motivo del atentado, Mons. Castro ha dejado en claro que hará todo lo que esté en sus manos para que el hecho no quede impune.
Cabe recordar que hace aproximadamente un mes, la Arquidiócesis Primada de México, encabezada por el Card. Norberto Rivera Carrera, se solidarizó a través de una carta con el Obispo de Cuernavaca, debido a los constantes ataques que ha lanzado en su contra el Gobernador de Morelos.
La misiva no sólo fue un respaldo claro y abierto a Mons. Castro, sino también una reafirmación de la persecución que sufre el Obispo de Cuernavaca por sus denuncias en contra de todos los problemas que aquejan a la población morelense.
Es importante señalar que una de las cosas que comenzó a incomodar al Gobierno de Morelos, fue la participación de Mons. Castro en las llamadas “Manifestaciones contra la violencia y en favor de la paz”. Esto, sin embargo, no ha amedrentado al Obispo, quien recientemente no ha perdido oportunidad en los medios de comunicación para continuar invitando a la población a participar en la tercera edición de esta marcha, que tendrá lugar el próximo 6 de mayo en la ciudad de Cuernavaca.
