Pese a que todo indica que la esposa del ex Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa está vinculada a la red de lavado de dinero que éste operaba, motivo por el cual el pasado fin de semana fue capturado con su familia en Guatemala, las autoridades la han dejado en libertad por considerar que no hay razón para enfrentar la justicia mexicana.
Karime Macías Tubilla cobró fama luego de que la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado de Veracruz encontraran en febrero pasado una bodega donde la pareja almacenaba artículos decorativos y de valor, siendo una libreta Mont Blanc el objeto más difundido en las redes sociales debido a que ésta contenía una plana, supuestamente escrita por Karime Macías, con la leyenda: “Sí merezco abundancia, sí merezco abundancia”.
Tras la detención de Javier Duarte, la organización Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad dio a conocer que actualmente 11 ex gobernadores están ligados a redes de corrupción para el desvío de recursos públicos y la existencia de una red del poder político vinculada con el crimen organizado, en particular con el narcotráfico.
Para María Eugenia Butler, maestra en Economía por la Universidad Autónoma de México y asesora de la Unión de Instituciones Financieras Mexicanas A. C., la corrupción tiene cómplices, y una mujer que se corrompe sin duda genera podredumbre a su alrededor.
Citando al Papa Francisco, asegura que la mujer que es esposa, madre, tía, maestra, etc. tiene por lo general “una capacidad enorme de cuestionar dulce, pero de manera contundente en el momento oportuno conductas impropias en cualquier ámbito, por lo que cuando no lo hace se convierte en cómplice”.
Añade: “Pienso que a cualquier mujer sensata y respetuosa del ser humano se le haría lógico preguntar al marido, de dónde sale tanto dinero, viajes, lujo etc., y si éste contestara ‘no te preocupes, así es la política’, no debería quedarse callada. ¿O es que Karime Macías escuchó la voz de su conciencia y la ignoró? ¿Dónde están las buenas amigas, la mamá, las primas y las hermanas para dar un buen consejo o si no para denunciar?”
Señala que esto no tiene que ver con el monto de lo robado, sino con todos los que toman lo que no les pertenece. “En México hay la creencia de que robar poco no es tan malo, ya que se compensa por el sueldo insuficiente que se recibe en el cargo público. Algunos piensan incluso que robar para ayudar a su propia familia es algo lícito. Esta manera de pensar es errónea y corrupta”.
Asegura la especialista que “los políticos en México no han entendido que no se puede tomar el dinero del pueblo para el bien personal o familiar”.
Tras señalar que en México la corrupción y la injusticia son los principales problemas, María Eugenia Butler considera que hoy más que nunca la mujer debe jugar un papel fundamental en la lucha contra la corrupción, toda vez que, por naturaleza, es más sensible a las necesidades de los demás.
“La mujer –concluye– debe ser un contrapeso. Si su esposo está tomando dinero, debe hacerle ver que está mal. Recordarle que ese dinero es del pueblo y para el pueblo. El impacto principal de la mujer está en la educación de la familia. Aunque la educación de los hijos es responsabilidad de la pareja, la mujer tiene una sensibilidad especial hacia la protección a los más necesitados, y es a partir de ahí como puede orientar a sus hijos desde pequeños para evitar que este mal siga creciendo en el país”.
“Hoy todas las madres de familia deben preguntarse seriamente: ¿Cómo estamos educando a nuestros hijo(a)s? ¿estamos siendo cómplices de esta podredumbre de corrupción? La mujer puede ser la punta de la madeja para deshacer la corrupción en México, debe tomar muy en serio esta responsabilidad, empezando con la educación de la familia”.
